CREER Y POSEER

Creer nos hace poseer, pero para creer hay que obedecer. Cuando no le creemos a Dios, simplemente poseemos por nuestra cuenta, en nuestra conveniencia o razón.

Podemos poseer por despecho, por venganza, por capricho, por dolor, por carencia, por rebeldía o también por confianza en la palabra y el plan que Dios tiene para nuestra vida. Rebeldía sencillamente es “no escuchar o escuchar pero no creer”, a esa voz de Dios que nos deposita en la conquista.

Cuando confiamos y obedecemos, conquistamos; sabiendo que lo que Dios entrega, sin nuestra ayuda, es permanente porque Él lo entrega, lo establece y lo sustenta.

Dios tiene todo planeado para nuestro bienestar. “Aprendamos a poseer moviéndonos en la orden correcta, con un espíritu correcto y en el tiempo correcto”.

Para la reflexión:

¿Puedo recordar alguna experiencia personal, donde me he movido por impulso o por alguna otra manera personal, sin que tenga la plena certeza del respaldo de Dios? ¿Cuál fue el resultado de tal experiencia?

¿Estoy dispuesto a obedecer la voz de Dios, cueste lo que cueste cuando Él me está dando convicción en la toma de decisiones importantes?

Afirmación: “Decido tener un corazón sensible y obediente para afrontar todos los desafíos que implican fe y confianza en el mandato de Dios para toda conquista, abandonando todo vestigio de incredulidad y espíritu de rebeldía”.