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DÍA 5

LA ETIQUETA DE LA RIGIDEZ

La rigidez va muy de la mano con el rechazo, puedes reconocer esta etiqueta en tu vida, si en la niñez creciste en un hogar donde hubo pocas manifestaciones de amor y pocas palabras de afirmación. Y, aunque no necesariamente tienes que ser 100% rígido en todas las áreas, puede ser que en algunas sí.

Muchas veces, las personas que se relacionan con otras con esta etiqueta son las que tienen un dicho como: “yo soy así”, “digo lo que pienso”, “no tengo dobleces”, “lo que ves es lo que soy”.

Cuando nosotros cargamos esta etiqueta en el área que sea, simplemente mostramos poco amor y misericordia hacia los demás. Como esta etiqueta va muy de la mano con el rechazo, la usamos como una defensa o una pared para que los demás no vean nuestra vulnerabilidad, atacando a las personas con un aparente orgullo que muchas veces se manifiesta con una actitud de superioridad. Todo esto para evitar ser herido.

Dios nos manda a amar a los demás como nos gustaría que nos amaran a nosotros. Estamos llamados a mostrar el amor de Dios a todos y no solo a los que nos hacen sentir seguros.

Te invito a que hagas esta oración hoy:

Papá, tú me amaste antes de que yo te conociera o simplemente existiera en este mundo, y mostraste tu amor por mí y por toda la creación cuando Jesús murió en la cruz, para reconciliarnos y relacionarnos contigo. Te pido hoy que me ayudes a ver a los demás como tú los ves, como tu creación amada. Ayúdame a saber que nadie puede dañarme porque tú estás conmigo. Enséñame a ser vulnerable. A entender en lo profundo de mi ser que todo lo que me sucede bueno o malo, tú lo transformas en beneficio para mí. Porque esos son tus planes de bien para mí. Amén.

Dios te dice hoy: "No tienes que defenderte levantando barreras para evitar que te hieran. Si me dejas, de cada herida yo me ocuparé; y se me dejas, yo te protegeré. Yo quiero usarte para que otros vean y sientan mi amor porque te amo, y porque te creé especial y único".