Un Servidor EjemplarMuestra

La Iglesia primitiva se expandía cada vez más y no tardaron en surgir problemas internos. Los doce discípulos entendieron rápidamente que era lo que necesitaba la Iglesia para lidiar con esos problemas. Necesitaban contar con gente que tenga deseos de servir.

El servicio al prójimo quita de en medio todos los problemas de la Iglesia. Entre los cientos y miles de personas que formaban parte de la primera congregación, hubo siete personas que cumplían con esa característica y una de ellas era Felipe. La solución para los conflictos de la Iglesia consiste en encontrar gente como Felipe.

Si queremos ser fructíferos, debemos servir. En la época donde tiene lugar esta historia, el servicio estaba a cargo de los esclavos. El concepto que se tenía era que el servicio denigraba a una persona, sin embargo, el cristianismo viene a revolucionar ese concepto. El servicio viene a ser motivo de enaltecimiento y no de humillación. Si queremos ser fructíferos, debemos servir.

Hay algo notorio en la decisión de los Doce y es que, habiendo tanta gente en la congregación (se calcula que eran aproximadamente 10 mil personas), se decide elegir únicamente a siete. ¿Por qué? Porque había siete personas que cumplían con tres características esenciales para el servicio: buena reputación, llenura del Espíritu y sabiduría.

Buena reputación

Un servidor es alguien confiable, alguien que busca siempre hacer algo para la obra de Dios. Su reputación se mide mediante su entrega, su trabajo, su transparencia.

Llenura del Espíritu

¿Cómo puedo saber cuando estoy lleno del Espíritu Santo?

Los dones del Fruto del Espíritu son variados: paz, amor, paciencia, fe, entre otros. El nivel de llenura está marcado por cuán desarrollado tengamos cada don del Fruto del Espíritu. Generalmente, ese nivel estará definido por aquel que menos tengamos desarrollado. Por ejemplo: tal vez tengamos mucha paz, paciencia y amor, pero poca fe. Por más que desarrollemos altamente los otros dones, si no desarrollamos la fe, entonces no podremos estar teniendo la llenura a la altura de lo que Dios pretende para nosotros.

Cada don del Fruto depende de los otros. Estar lleno del Espíritu es estar siendo altamente fructífero en cada aspecto.

Sabiduría

Un servidor es alguien que aplica la sabiduría del Cielo por encima de su propia sabiduría. No hay problema en razonar por cuenta propia para encontrar soluciones y hacer nuestro trabajo. El problema surge cuando quitamos a Dios de en medio y nos hinchamos de orgullo.

Felipe, en vez de enojarse contra los no judíos por los reproches que le hacían a los judíos, continuó sirviendo para encontrar una solución.

Aprendamos a ceder como Felipe. Aprendamos a darle lugar a Dios para que Él pueda darnos las mejores ideas y nos ayude a tomar las mejores decisiones.

Conclusión:

El servicio no es para cualquiera. Solemos destacar en el servicio a gente que no encuentra su lugar en otra área. Esteban, uno de los siete junto con Felipe, era un predicador impresionante y en eso se destacaba. Sin embargo, a pesar del sacrificio que implique, no necesariamente tiene que ser algo que nazca en nosotros, sino que en ocasiones es algo que nos tenemos que imponer y adoptar porque así Dios lo quiere. Esto lo entenderemos mejor en el día 2.

Oración:

Por favor, Señor, ayúdanos a entender que el servicio no es algo indigno, al contrario, es para tu gloria. Señor, quebranta mi corazón, quebranta mi ego, quiero ser como tú. Señor, declaramos en tu nombre que vamos a ser llenos de tu Espíritu, que tu sabiduría nos va a acompañar, que nos vamos a forjar una buena reputación. Señor, declaramos que la Iglesia tendrá estas capacidades y crecerá. En tu nombre oramos, amén.