Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

El Ayuno Es Para DiosMuestra

El Ayuno Es Para Dios

DÍA 5 DE 5

EL AYUNO ES UNA MANERA DE VENCER LA TENTACIÓN PORQUE APRENDEMOS A NEGARNOS A NOSOTRAS MISMAS PARA QUE CRISTO CREZCA EN NOSOTRAS Y NOS FORTALEZCA.

El pasaje de la tentación de Jesús en Mateo 4:1-11 es un pasaje que siempre me ha asombrado. El ayuno no es una práctica tan común bajo los parámetros que nos indica la Biblia, que básicamente nos ayuda a negarnos a nosotras mismas. ¡Qué herramienta de guerra contra nuestro pecado es el ayuno! No siempre estamos aprestas o reconocemos que todos los días somos tentadas de muchas maneras. Probablemente ni siquiera nos damos cuenta de las veces que hemos cedido ante las tentaciones porque son muy sutiles. Y cuando respondemos a una circunstancia con enojo, con mentira, con hipocresía, crítica o dolor tampoco pensamos que quizás es porque cedimos ante la previa tentación.

Aunque el pasaje de Mateo 4 tiene más que ver con la declaración de quién es Jesús, nos enseña un buen principio para ayunar y orar en medio de la tentación: la Palabra de Dios que ya está escrita es completa y suficiente para nuestro corazón. «Escrito está», no necesitamos otra palabra, no necesitamos declaraciones o decretos, no necesitamos pelear con satanás, necesitamos recordarle a nuestra alma todos los días como método de prevención que «escrito está».

«Escrito está» que Dios nunca nos abandonará; que Dios es fiel y nos preservará; que no nos faltará el pan, ni el abrigo ni la bebida; que Él es nuestro refugio y consuelo; que el Espíritu Santo nos ayuda, guía y aconseja; que Él nos da las fuerzas para decir “no” al pecado y huir de él. Honestamente, ve delante del Señor. Lleva tu tentación. Puede ser la lucha con la pornografía, con la fornicación, con la mentira, con el orgullo, con el enojo y la gritería, o incluso, con la tentación de tomar una decisión que sabes que te alejará del Señor.

El propósito de hacer este ayuno no solo es vencer la tentación, sino consagrarse al Señor tal cual lo hizo Jesús. Las escrituras dicen que cuando terminó su ayuno salió lleno del Espíritu y listo para realizar la obra del ministerio para la que fue llamado por el Padre. No podemos vencer la tentación solas, cruzando los dedos o creyéndonos más inteligentes que satanás. Temamos a Dios para cumplir sus mandamientos y armémonos de la valentía que produce un corazón fortalecido en el Señor.

Para profundizar más lee Mateo 4:1-11.

  • Aprende: ¿Qué significa el ayuno por la tentación?
  • Vive: Lee Santiago 1:13-15, ¿a qué se refiere este pasaje? ¿de dónde viene la tentación? Luego, lee 1 Corintios 10:6-13 ¿de qué debemos cuidarnos? ¿Quién nos ayuda en la tentación? Después, escribe las áreas de tentación con las que luchas y programa un tiempo de ayuno.
  • Lidera: Sugiere este tema en tu grupo pequeño e invita a las hermanas a orar y ayunar unas por otras sobre sus áreas de tentación.

Oración

Señor, gracias por darnos al Espíritu Santo que nos ayuda a vencer la tentación. Ayúdanos a identificar las áreas de tentación que nos hacen responder en pecado o que menguan nuestra fe en ti. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.

Escrituras

Día 4