La Armadura de DiosEjemplo

Resistiendo la tentación

Lectura: Mateo 4:1–11

EOAO: Mateo 4:10–11

Entonces Jesús respondió: —Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás. El diablo entonces lo dejó y vinieron ángeles y le servían.

En el Texto

En mi opinión, Mateo 4:10-11 es uno de los pasajes más poderosos de las Escrituras, ya que vemos cuán poderosa es la Palabra de Dios cuando se habla de ella. Jesús citó la Escritura, y satanás desapareció. Satanás quería discutir y debatir, pero después de un ayuno de cuarenta días, Jesús no estaba para discutir. Jesús no iba a entrar en el juego de Satanás. Él citó la verdad, y Satanás fue derrotado. Jesús venció a Satanás con la Palabra de Dios. Y nosotras también lo podemos hacer.

Hay una poderosa lección en estos versículos. Tanto Jesús como Satanás conocían las Escrituras y podían citarlas, pero Jesús derrotó a Satanás con las Escrituras porque no las tergiversó para Su propio beneficio. Puedes probar casi cualquier cosa cuando la Escritura se toma fuera de contexto. Satanás no citó los versículos completos. No incluyó porciones que refutarían su sugerencia. Así que no cometas el error de ser engañada por alguien solo porque parece conocer las Escrituras.

Satanás trató de tentar a Jesús para que encontrara satisfacción fuera de Dios. La respuesta de Jesús a la tentación de Satanás nos recuerda que estamos llamadas a adorar y servir a Dios por encima de todo. No debemos dejarnos llevar por lo que el mundo nos dice que es importante, sino poner nuestra fe y confianza en el Señor. Puede ser fácil caer en la trampa de querer lo que el mundo tiene para ofrecer, pero cuando ponemos a Dios en primer lugar en nuestras vidas, Él siempre nos proporcionará la guía y el apoyo que necesitamos para resistir la tentación y vivir una vida que lo glorifique.

Oración

Querido Señor Jesús, gracias por experimentar la tentación pero no ceder a ella. Gracias por experimentar hambre pero no dejar que el hambre te llevara a alejarte de la voluntad de Dios. Gracias por mostrarnos el poder de Tu Palabra y cómo usarla efectivamente para vencer la tentación en nuestras vidas. Amén.