Buscar a Tu Cónyuge en El Matrimonio | Parte 1Muestra

En los versículos de hoy, vemos las frases "continuemos" y "consideremos". En cada caso, se trata de un lenguaje activo, que nos exhorta a comprometernos en actos de obediencia considerados y fieles. Si ponemos una intención reflexiva y cuidadosa detrás de nuestra acción; y seguimos siendo fieles en amarnos los unos a los otros, como Dios nos ha amado, nuestro matrimonio seguirá creciendo en unidad. Cuando nos amamos bien, reflejamos el amor de Dios y le damos gloria.

¿Qué le llama la atención a tu cónyuge? ¿Qué habla a su corazón? ¿Qué le hace saber que quieres conocerle mejor y comprenderle más? Puede que sus respuestas no sean lo primero que te venga a la mente, o lo que tú responderías si te preguntaran lo mismo. De hecho, parece ser cierto que la mayoría de las parejas responderían de forma completamente distinta. Así que no des por sentado, pregunta y escucha. La sabiduría en nuestra relación matrimonial no es diferente de la sabiduría en toda la vida: Requiere esfuerzo y energía; requiere buscar y buscar, pero vale la pena la inversión. Busca activamente la sabiduría en el conocimiento de tu cónyuge.

Pídele que escriba varias cosas que podrías hacer para que se sintiera como un millón de dólares. A continuación (y esto es lo más importante), ¡cúmplelas! Piensa en formas de amarle bien. Sé intencionado/a.

Al mismo tiempo, si de verdad quieres sentirte más buscado, deseado, sé sincero con tu cónyuge. No les hagas jugar a adivinar qué es lo que mueve tu corazón. Hazle saber algunas cosas sencillas que realmente te hablan, no con la expectativa de que marquen todas las casillas. Eso no es realista ni justo. Sino como una forma de facilitar más victorias para su matrimonio.

Si lo has intentado antes y has recibido grillos, o no has obtenido el tipo de respuesta que esperabas, no te rindas. Cristo nos amó primero, antes de que nosotros lo amáramos a Él. No te rindas. En lugar de eso, "sigamos amándonos los unos a los otros."

Profundizar:

• Reflexiona sobre la verdad de que Dios te amó antes de que tú le correspondieras. ¿Cómo determina esto tu perspectiva de Dios y de su naturaleza?
• Pregúntale a tu cónyuge: "¿Qué te hace sentir realmente conocido y querido por mí?".
• Díle a tu cónyuge algunas cosas que le ayuden a sentirse conocido y querido en su matrimonio.