¡No le temas al desierto!Muestra

Atraviesa exitosamente tu desierto: 2 consejos prácticos

1. Declara bendición y las promesas de Dios: Para ser sinceros, es fácil hablar maldición. Cuando fallamos al controlar nuestros pensamientos y emociones, es probable que caigamos en la trampa de declarar con nuestra boca maldiciones sobre nuestro desierto. Aquí se vuelve retador no solo nuestros tiempos a solas, sino los tiempos que compartimos con otros. Por eso, te invito a reflexionar: ¿Las personas con las que compartes la mayoría de tu día te están llevando a declarar cosas contrarias a la bendición de Dios?

Rodéate de la compañía correcta en tu desierto. Te voy a compartir un poco de mi experiencia, en mi momento más vulnerable al atravesar uno de mis desiertos. Dios me pidió apoyarme únicamente en el Espíritu Santo para escuchar Su voz mientras recibía dirección, pero después, me pidió compartir mi situación con compañeros de batalla que me apoyarían en mi proceso.

De una u otra forma, tendrás que hacer al Espíritu Santo tu mejor amigo y tu consejero; es clave contar con Él porque es quien nos recordará las promesas de Dios. Controla tu lengua, porque en ella hay poder de vida o muerte (Proverbios 18:21).

2. Actúa conforme a lo que crees: Muchas veces aquí suele ser cuando se nos complica la operación. Pero no debería ser difícil cuando tenemos la convicción de que Cristo nunca nos abandona y estamos seguros de que Dios tiene un propósito con este desierto; será más llevadero levantarnos cada día y pedirle que Él dirija nuestras acciones.

En el desierto, Dios nos pide guardar quietud en Su presencia, pero esto no significa no hacer nada. La quietud es una actitud del corazón, es hacer mi parte y esperar a que Dios haga la suya. Cada quien atraviesa el desierto de manera única con el Señor; por eso debemos siempre mantener la comunión con Él. También, en Hebreos 10:35-36, la Palabra dice que debemos perseverar con paciencia; en Josué 1:9, nos recuerda que seamos fuertes y valientes, y en Gálatas 6:9, dice que no nos demos por vencidos porque a su debido tiempo cosecharemos numerosas bendiciones.

No olvides el ejemplo del pueblo de Israel, quienes por su actitud de queja y rebeldía, se demoraron años en atravesar el desierto y ver el cumplimiento de la promesa. Está en tus manos si permitirás que tu corazón sea moldeado por el Señor o que un viaje de 40 días se convierta en un viaje de 40 años.

Oración guía: Papá, perdóname porque no todas mis palabras han sido de bendición con respecto a la situación que estoy atravesando, y mi actitud en muchas ocasiones no ha sido la correcta. Perdóname porque he sido impaciente, porque he querido tomar el control en mis manos, porque he tomado una actitud de queja constante y porque hay rebeldía en mi corazón. Perdóname porque tal vez me conformé con mi desierto y me da temor conquistar la tierra prometida. Hoy decido alabarte. Quiero cantar tus promesas porque sé que no estoy librando solo/a mis batallas, y sé que con tu ayuda saldré victorioso/a. En el nombre de Jesús, amén.

Canción recomendada para hoy: Fiesta en el desierto - Montesanto

El día de mañana estarás un paso más cerca de conquistar tu tierra prometida.

Te bendigo en el nombre de Jesús,

Sabina Mora

Hadassah Sisterhood