Sal y luz: Ofrece destellos de Dios dondequiera que vayasMuestra
¡Pon los pies en la tierra!
«¡Pon los pies en la tierra!». Eso es lo que decimos cuando queremos dejar atrás un sueño imposible y reconocer una circunstancia para nada alentadora. La frase indudablemente refleja un admirable deseo de autenticidad; expresa una admisión honesta de que la vida no siempre es como debería ser. Muestra la verdadera vulnerabilidad ante las batallas que enfrentamos y propicia el debate con otras personas. Es lo opuesto a la hipocresía.
Pero ¿acaso nuestro deseo de poner los pies en la tierra refleja la realidad? Bueno, en términos de lo que experimentamos humanamente, quizás sí. Ahora bien, desde la perspectiva del Señor, que por definición es la realidad, tal vez no. De hecho, lo auténtico en cuanto a nuestros propios pensamientos y sentimientos es con frecuencia una expresión de desánimo o de desencanto que aleja nuestra mirada de la realidad del reino de Dios.
No hay que avergonzarse de experimentar o expresar la decepción. La cuestión es cómo podemos pasar del punto A al B, de la falsa realidad de nuestra experiencia a la verdadera certeza del reino de Dios. ¿Fingir hasta lograrlo? ¿Armar un buen espectáculo? No, nada de eso lo conseguirá. Esas son las hipocresías que debemos evitar. El único camino hacia la gran certeza de la esperanza, la alegría y la seguridad es experimentar la transformación interior, una especialidad del Espíritu, que el Señor de toda esperanza, nos ha enviado a los creyentes. Es un proceso, por supuesto, y no siempre es indoloro. Pero es auténtico. En última instancia, deberíamos ser capaces de decirles a los demás que nuestra esperanza, regocijo y paz (la experiencia que tenemos de la shalom de Dios) es la mayor verdad que hemos experimentado y un testimonio de cómo redime y restaura el corazón humano. Solo entonces ese «¡pon los pies en la tierra!» significará algo completamente vivificante y nuevo.
Oración:
Señor, ya conoces mis luchas y cómo se las he compartido a otros. Por favor, no me dejes en el campo de batalla; úsalas para transformarme y enseñarles tu poder de transformación a quienes lo necesitan. Elévame a las más altas realidades de esperanza y satisfacción. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Lecturas inspiradoras que te equiparán y animarán para vivir tu llamado en este mundo. En este devocional, Chris Tiegreen proporciona inspiración y una visión práctica sobre cómo podemos ofrecer destellos de Dios dondequiera que vayamos, mientras vivimos nuestra fe. Basado en "Sal y luz: Devocional para todo un año".
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Nos gustaría agradecer a Editorial Patmos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialpatmos.com/salyluz