Sal y luz: Ofrece destellos de Dios dondequiera que vayasMuestra
En su lengua nativa
En la era de los descubrimientos, cuando los europeos se familiarizaron con Asia y exploraron las Américas, los jesuitas llegaron a tener reputación por ser buenos estudiantes de idiomas. Lograron manejar admirablemente no solo muchas de las lenguas más habladas del mundo, sino también una enorme diversidad de otros menos conocidos, y difundieron el evangelio en lenguajes nativos. No obstante, cuando se aventuraron en la cuenca del Amazonas, se encontraron con una increíble variedad de idiomas aún ignorados. Un buen número de dialectos africanos que, habían arribado a la colonia de Brasil en los barcos del comercio de esclavos, agravaron el desafío. El contexto idiomático superaba con creces todo tipo de expectativa lingüística.
Algunos monjes jóvenes se sintieron intimidados por la multitud de lenguas recién descubiertas y prefirieron enseñar el portugués y el español a los amazónicos y africanos para predicar su mensaje. Por otro lado, António Vieira, un sacerdote jesuita, orador y escritor, los desafió con un sermón sobre la obra del Espíritu en Pentecostés y los instó a seguir relacionándose con las personas en sus idiomas nativos. Los misioneros tendrían que ser creativos y trabajar duro, necesitarían expandir su perspectiva porque la misión era clara: los mensajeros del evangelio están llamados a alcanzar a la gente en sus términos y en su propia cultura.
Eso precisamente es lo que Dios hizo con la humanidad. Se vistió de carne y dejó el trono del cielo para acercarse a nosotros en nuestros propios contextos. Por ello, nos envía a su viña en los mismos términos. Si queremos tener alguna influencia en el mundo de los negocios, las artes, la academia o cualquier otra esfera cultural, tenemos que... 1) estar dispuestos a ser influenciados por los demás y aprender de ellos; y 2) entrar con humildad en otras culturas e idiomas, tanto literal como figurativamente. Lograremos muy poco si esperamos una conducta «cristiana», y limitamos las ideas de aquellos que no piensan o creen como nosotros. El Señor habla nuestro idioma, entiende nuestros problemas y abre sus brazos. Esa es exactamente la óptica y el comportamiento que Él nos llama a adoptar en nuestro peregrinaje por esta tierra.
Oración:
Padre, tú eres Señor de los mutuos acuerdos, y siempre sabes cómo establecerlos. Cierra la brecha entre mis compañeros y yo; dame un corazón agradable y establece vínculos que conlleven a relaciones saludables para el bien de tu reino. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Lecturas inspiradoras que te equiparán y animarán para vivir tu llamado en este mundo. En este devocional, Chris Tiegreen proporciona inspiración y una visión práctica sobre cómo podemos ofrecer destellos de Dios dondequiera que vayamos, mientras vivimos nuestra fe. Basado en "Sal y luz: Devocional para todo un año".
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Nos gustaría agradecer a Editorial Patmos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialpatmos.com/salyluz