Gracia y más GraciaMuestra

9Da de gracia lo que de gracia has recibido.

“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia" (Mateo 10:8).

Hemos visto cómo aprender a disfrutar la gracia, aprender a tomar lo que a veces no creemos que es nuestro, si no lo tomaríamos con libertad.

Creo que a veces nos sentimos cínicos y por eso no lo hacemos;

"¡Que cínica! encima de que le grite, ¿cómo voy a ir?, ¿cómo voy a regresar a la iglesia?, ¿cómo le voy a pedir perdón?, ¿cómo voy a dar la cara?”, etc.

Nos volvemos a sentir descalificados, frustrados, etc.

Y, ¿qué pasa cuando es al revés?

“Encima que le ayudé, que ya lo había perdonado…”. “Y me traicionó, me dijo, no me invitó, no me tomaron en cuenta, tanto que he hecho, ayudado, dado”, etc.

Y nos sentimos enojados, molestos frustrados, decepcionados, traicionados, etc.

Y si, así es, nos han decepcionado. Pero, ¿nosotros no decepcionamos a Dios? ¿No traicionamos? ¿Engañamos? ¿Mentimos, erramos?

Y Él nos ofreció Su gracia, misericordia, amor y perdón.

Ahora nos toca dar. Humanamente no es sencillo, pero cuando estamos aprendiendo a abrazar la gracia, esa misma gracia nos mueve a dar, a perdonar, etc.

No es fácil, es un ejercicio espiritual, y creo que por eso muchas veces pasamos por pruebas en nuestras relaciones interpersonales, para ejercitarnos en cómo vamos a dar.

“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1).

Todo ejercicio necesita un esfuerzo, ¡el ejercicio espiritual también!

“Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1 NTV).

“Timoteo, hijo mío, saca fuerzas del generoso amor que Dios nos da por pertenecer a Jesucristo" (PDT).

Se necesitan fuerzas para perdonar y seguir adelante, para no sentirse frustrado, para soltar el enojo, coraje y esos sentimientos que están muy fuera de la gracia de Dios.

‭‭Cuando disfrutamos la gracia, disfrutamos el perdón, nos sentimos tan perdonados que podemos extender el perdón a quien nos defraudó.

Por ejemplo mujeres que han sido lastimadas por el engaño, infidelidades, golpes, violencia física o emocional, etc.

Hombres que han sido abandonados, violados, menospreciados.

Esto no quiere decir que nos hacemos ciegos al pecado, NOOO, pero con oración se cubre el error. Declaro con amor y con gracia la sangre del Cordero sobre quien ha fallado contra mí.

Le levanto y le soporto en oración. Un soporte necesita fuerza, como una madre que levanta a su hijo cada día delante de la presencia del Padre.

No es que no vea el pecado, no es que lo apapache, o disimule, es que la gracia me lleva a levantarlo:

“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10).

Esto es parte de la gracia.

‭‭¡Nadie puede dar lo que no tiene!

Si no tomas de la gracia de Dios, no podremos dar gracia aunque sonriamos mucho.

“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia" (Mateo 10:8).