Su gran sacrificio, nuestra Gran ComisiónMuestra

Pasaje de: “Lo único que quieren es la verdad” por Bob Hoskins

El poder del Evangelio no está en un edificio ni en un hombre. ¡El poder del Evangelio está en el Evangelio mismo! ¡El Evangelio es poder de Dios para salvación! El Espíritu Santo no tiene nacionalidad, ¡Él abraza todas las naciones! El Espíritu Santo no se rige por las leyes y normas de los hombres. No necesita pasaporte; puede ir a donde quiera y nada ni nadie puede detener Su mover soberano entre los hombres.

No es arrogante creer que Dios quiere que vayamos por fe y cumplamos con el mandato de llevar el Evangelio a toda criatura. No existe arrogancia cuando declaramos por fe que queremos saturar nuestro mundo con el Evangelio del Señor Jesucristo. ¡No es arrogancia porque el Señor nos ordenó hacerlo!

Aunque nos parezca imposible recorrer el mundo y predicar el Evangelio a cada persona, con Dios, sí es posible. Tampoco es arrogante creer por toda la Tierra. Él será fiel cuando cumplamos con el mandamiento y nos va a proveer todo el poder, la unción, las finanzas, los equipos y todo lo que necesitemos para cumplir la tarea. Dios lo hará y la gente responderá.