Hermanos De SangreMuestra
El poder de rendir cuentas
Esto es lo que hemos aprendido hasta ahora sobre la ira de Caín:
- La ira es una poderosa emoción dada por Dios, pero necesita ser manejada de una manera piadosa.
- La ira pecaminosa produce acciones pecaminosas; pero la ira justa produce acciones justas.
- El corazón equivocado lo llevó a los motivos equivocados.
- Los motivos equivocados lo llevaron a las acciones equivocadas.
Ell día 3, lo dejamos después de que Caín asesinó a su hermano y le habló a Dios con necedad. Continuemos la historia:
“¡Qué has hecho!” exclamó el Señor. “Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia. Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado. Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos, y en el mundo serás un fugitivo errante”
Dios hizo justicia en este momento. Dios es demasiado puro para dejar impune cualquier mala acción, y Caín recibió un castigo justo por sus acciones. Dios nos hace responsables a todos cuando estamos equivocados. A veces ese castigo se ve de inmediato (como con Caín en la historia), pero a veces no será hasta años después. ¿Qué pasa si tu ira ahora un día conducirá a un matrimonio que se desmorona; todo porque no te hiciste responsable de tu ira desde el principio? Puedes tratar de barrerlo debajo de la alfombra y dejar que se siga creciendo en tu corazón, o puedes identificar el problema y abordarlo. Dios advirtió a Caín cuando dijo “el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte”. ¿Está el pecado acechándote como una fiera? Tal vez Dios esté usando este estudio para advertirte ahora mismo. No dejes que tu ira se asiente y siga creciendo. Si estas permitiendo que tu ira crezca, es hora de dársela a Dios y tener un nuevo comienzo en la dirección correcta.
Siempre enfrentaremos las consecuencias de nuestras acciones, pero hay más. Veamos lo que sucede a continuación:
“Este castigo es más de lo que puedo soportar” le dijo Caín al Señor. “Hoy me condenas al destierro, y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo, y cualquiera que me encuentre me matará".
“No será así”, replicó el Señor. “El que mate a Caín, será castigado siete veces". Entonces el Señor le puso una marca a Caín, para que no fuera a matarlo quien lo hallara. Así Caín se alejó de la presencia del Señor y se fue a vivir a la región llamada Nod, al este del Edén (Génesis 4:10-16).
Caín tomó injustamente la vida de su hermano y sufrió profundas consecuencias por ello; ¡pero hay una gran conclusión de esto! Siempre enfrentaremos las consecuencias de nuestras acciones; ¡pero NUNCA las enfrentaremos solos!
Dios nunca te dejará, ni te desamparará. Puede parecer que tu ira te domina, pero Dios te está soteniendo. ¡Reconoce la presencia de Dios y entrégaselo todo a Él hoy!
Oración: Querido Señor, gracias por abrazarme, incluso cuando mi ira me domina. Oro para poder confiar en ti con todas las cosas, no solo los problemas de hoy o las preocupaciones de mañana. Pon mis pies en sendas de justicia y líbrame del mal de mi corazón. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
Este plan tiene que ver con el poder de nuestra ira mientras miramos a través de la historia de Caín y Abel.
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Nos gustaría agradecer a Inola Christian Church por proporcionar este plan. El pastor Aaron Griggs de la Iglesia Cristo Nuestra Esperanza, tradujo el plan original en inglés “Blood Brothers” al español para nosotros. Para mayor información por favor visite: https://www.inolacc.org/