Hermanos De SangreMuestra

El poder de la ofrenda

Caín y Abel fueron los hijos de Adán y Eva. Aquí hay un dato interesante: no se dice directamente, ¡pero es posible que Caín y Abel fueran los primeros gemelos en la Biblia! Génesis 4:1-2 muestra que Eva dio a luz a ambos, pero solo menciona una vez que Eva quedó embarazada. Los mismos nombres de Caín y Abel tienen un significado, y nos dan una idea de quiénes son. Hagamos un estudio rápido sobre sus nombres:

Caín en hebreo: קין (pronunciado "Kayin")

Caín significa "adquirido". De la historia, aprendemos que Caín es una persona que obtiene lo que quiere en el momento. Caín era como un agricultor produciendo cosechas (él "trabajaba la tierra").

Abel en hebreo: הבל (pronunciado "Hevel")

Abel significa "aliento" o "vapor". Una respiración o vapor es de corta duración, y desafortunadamente ese también fue el caso de Abel. Abel era pastor (él “tenía rebaños”).

Caín y Abel estaban preparando una ofrenda para dar a Dios. La ofrenda de Caín parece ser apresurada o hecha con prisa. ¿Por qué digo eso? Primero, posiblemente estaba corriendo para ganar a Abel al dar su ofrenda, porque su ofrenda era lo primero. Segundo, dice que dio algunos de los frutos, no las primicias (las primicias de la cosecha fueron consideradas las mejores y dadas a Dios). Un gran indicador es cómo Dios vio la ofrenda de Caín; lo veremos en un momento.

Por el contrario, Abel parece poner más cuidado en su ofrenda. Trajo las mejores porciones de los primogénitos del rebaño y las dio como ofrenda (esto sería lo mejor que tendría un pastor, por lo que serían las primicias de un pastor). ¿Cómo vio Dios estas ofrendas? Esto es lo que sucedió:

“Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo” (Génesis 4:4-5 NVI).

No estaba enojado consigo mismo por una ofrenda mal hecha, sino porque su hermano lo hizo mejor que él. Es posible que Abel ni siquiera se haya dado cuenta de que esta ofrenda se había convertido en una competencia. De cualquier manera, la decisión de Caín de comparar su ofrenda con la de otros lo llevó a los celos y la ira. Necesitamos recordar en todo lo que hacemos para el Señor: La comparación siempre roba el gozo. Caín eligió enfocarse en sí mismo, no en su ofrenda a Dios. No solo fue robado su gozo, sino que fue remplazado con ira.

Antes de continuar con este estudio, considera esto: ¿Te estás comparando de alguna manera? Si es así, te ha llevado o te llevará a sentirte vacío por dentro, anhelando algo más. Este suele ser el comienzo de un camino peligroso hacia los celos y la ira. Oremos para que Dios nos ponga en el camino correcto.

Oración: Querido Señor, ayúdame a ver el camino en el que estoy ahora. Si estoy comparando demasiado, por favor revélamelo. Si estoy en el camino equivocado, guíame y líbrame del mal en mi corazón. ¡Te amo, Señor, y quiero seguirte! Amén.