Más espeso que el aguaMuestra

¿Te has visto alguna vez en la situación de comparar tu situación o tu vida con la de alguien famoso o influyente? A menudo, cuando nos comparamos con otros, minimizamos nuestro propio potencial y olvidamos nuestro propio propósito y dones, porque intentamos estar a la altura de otra persona en su lugar.

Dios nos ha creado a todos con cuidado, y nos ha dado a todos un propósito, exactamente donde estamos. Puedes pensar en tu familia o en las personas con las que vives como las personas a las que puedes empezar a amar y servir, aquí y ahora. Nuestras vidas y nuestro propósito son grandes, aquí y ahora, porque Dios nos ha puesto aquí y ahora.

Hoy, reflexiona sobre el propósito que Dios te ha dado en la vida y cómo afecta a las personas de tu familia. Luego vive el propósito que Dios nos ha dado a todos: amar a los demás.