Pensando pensamientosMuestra
Ineludible e inevitable, todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará, asegura las escrituras. El que siembra corrupción, cosechará corrupción. El que siembra discordia, cosechará discordia. El que siembra admiración, cosechará admiración. El que siembra armonía, cosechará armonía. Todo en nuestra vida, sea bueno o malo, producirá un resultado acorde a las semillas que hemos sembrado a través de emociones, pensamientos, palabras y acciones.
Dios estableció leyes naturales durante la creación y todo el universo está sometido al cumplimiento de estas leyes. Una de las leyes que Jesús enseñó para vivir en sociedad en el marco del sermón de la montaña, fue la ley de la reciprocidad, tan bien llamada por los estudiosos de las Escrituras como la regla de oro. O la ley de causa y efecto; que consiste en que lo que yo le hago a otro, me lo harán irremediablemente a mí. Esta es una ley por demás pragmática. Pues si deseas que alguien te ayude cuando tengas necesidad, ayuda hoy a quien veas en necesidad.
En Mateo Capítulo 7. Versículo 12 primera parte, las Escrituras lo aseguran de la siguiente manera: “Así que en todo, en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes".
Observa, el conector o la frase que soporta esta ley es la siguiente: “Si no quieres”. Si no quieres que otros abusen de ti, de tus dones, de tus talentos, de tus riqueza, y de tus relaciones, no abuses tú, de las relaciones, los dones, los talentos y las riquezas de otros. Si no quieres que un patrón abusivo y explotador, te oprima y explote, no oprimas ni explotes a nadie de ninguna forma. Si no quieres que te falten al respeto, respeta a los demás. En síntesis, queridos amigos no hagamos a los demás lo que no queremos que alguien en algún momento nos haga con nosotros.
Para quienes hemos decidido por Cristo como Señor de nuestras vidas y dado Su ejemplo que nos dejó al caminar entre nosotros, no hay ninguna razón, ningún pretexto, ninguna disculpa, para que alguien que se diga cristiano le haga a otra persona lo que no quiere que le hagan a ella o a él mismo.
La reciprocidad es inevitable e ineludible porque forma parte de la equidad de Dios. Si denigras de alguien, alguien pronto lo hará de ti y si bendices a alguien, alguien te bendecirá. Es por esto por lo que Dios nos llama a ser sal y luz, en lugar de maldecir “Decir mal”, bendecir “Decir bien” de todos, si realmente no hay nada bueno que decir “Que lo dudo”, es mejor quedarnos callados.
Los neozelandeses la llaman la ley del boomerang y son muy cuidadosos en su trato con los demás porque saben que lo que ellos hagan a otros, sea bueno o malo, siempre, siempre da la vuelta y regresa al punto de partida. Tan sencillo como esto. Observa, el bien que hagas hoy, alguien te lo hará mañana y el mal que hagas hoy, alguien ineludible e inevitablemente te lo hará mañana.
Medita en esto.
Queridos amigos, espero que estas reflexiones hayan podido dar respuesta lo que es importante con relación al asunto del amor. El deseo de mi corazón y oración por ustedes es que el Señor les siga bendiciendo.
¡Hasta una próxima oportunidad!
Con amor en cristo,
Pr.Juan Carlos Calle y equipo Conectar Global
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Acerca de este Plan
El Apóstol Pablo enseñó acerca de la importancia de pensar bíblicamente. Dando a entender que estamos llamados en Cristo a renovar y a transformar nuestros pensamientos, porque si pensamos de la forma correcta, sentiremos correctamente y al final actuaremos de forma consecuente a lo que Dios nos enseña en Su Palabra.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectar.conociendoadios.net/