BASTA DE ANSIEDADMuestra
DÍA UNO: DEPOSITANDO LA ANSIEDAD
Hasta el año 2021, tres ansiolíticos llegaron al 5°, 6° y 11° lugar en ventas en el mundo y, si se suman las ventas de esos tres psicotrópicos, trepan al primer lugar del ranking. En los siguientes años, los números no han disminuido, sino todo lo contrario, por lo que podemos ver claramente uno de los factores que más sufre la sociedad hoy: LA ANSIEDAD. En medio de esta tormenta, Dios se nos presenta como un faro con el cual podamos hacer contacto para llegar a buen puerto.
Para comenzar a dejar atrás este mal de la ansiedad, debemos resetear nuestro punto de partida y, para esto, es necesario ubicar nuestra vida en las manos de Dios, reconociendo que por causa de nuestros pecados y malas decisiones en cuanto a Dios nos han llevado a vivir fuera de su gracia y protección. Por esta razón, quiero que tomemos la iniciativa de volvernos a Dios en una oración en la que nos reconciliemos con Dios por medio de la fe en Jesucristo. Acompáñame a orar de este modo: “Dios Padre, reconozco que he pecado y necesito que me salves de mi condición. Reconozco también que Jesucristo dio Su vida por mí, por lo que lo reconozco y acepto como suficiente Salvador y Señor de toda mi vida. Espíritu Santo, ahora entra en mi vida y guíame en este nuevo caminar, en el nombre de Jesús, amén”. Te felicito. A partir de esta oración en la que confesamos a Jesús, creyendo, reiniciamos nuestro viaje en la vida. Sabiendo ahora que Cristo vive en nosotros, enfrentemos la ansiedad para decirle: ¡¡Basta!!
La ansiedad debe ser depositada, puesta y echada sobre Dios. Sí, leíste bien, hoy contamos con un Dios que todo lo puede y que está dispuesto y disponible todos los días para relacionarnos juntos. La ansiedad comienza cuando nos convertimos en “acumuladores compulsivos emocionales” en donde los temores y dudas que se nos despiertan los retenemos guardados en el corazón y no los expresamos, echándolos de nuestro interior y de este modo termina siendo una gran nube tóxica de nuestra salud espiritual y emocional. Dios nos abre el camino para comenzar una dieta “detox” espiritual, en la que, por medio de la oración, podemos dejar en Él todas esas cargas que nos llevan a la desesperante ansiedad. Cuando hablamos con Dios, no solo echaremos ese aire contaminado de nuestro interior, sino que además, al ser vaciados, nos dejará el espacio para recibir el aire oxigenado y la con vida que proviene de Él. Orar con Dios no es un monólogo, sino una conversación en la que por un lado hablamos para vaciarnos y Él nos responde para llenarnos de vida. No pierdas un segundo más y pon en práctica ya misma esta oportunidad. ¡¡Dios te está escuchando!!
Oración: Dios, gracias por recibirme y escucharme. Hoy, te entrego todas mis ansiedades dejando mi alma completamente vacía para que, con tu palabra y tu Espíritu Santo, me llenes de vida y paz; en el nombre de Jesús, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este es un Plan para todos los que están transitando por este flagelo que intenta cada día dominar la salud y bienestar de nuestra sociedad. Tres días en el que, a la luz de la Palabra de Dios, podremos encontrar la salida para poder decir "¡Basta de Ansiedad!".
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Nos gustaría agradecer a Ev. Jorge Demasi por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.instagram.com/jorge_demasi