Proyecto Biblia | El Reino al revés / Parte 2 - HechosMuestra

Durante el primer siglo, la mayoría de las personas alrededor del Mediterráneo vivían en ciudades densamente pobladas, todas gobernadas por el Imperio romano. Cada ciudad era una mezcla de diversas culturas, etnias y religiones. Por esta razón, había todo tipo de templos para ofrecer sacrificios a todo tipo de dioses, y cada persona tenía diferentes dioses a quienes daban su lealtad. Sin embargo, en cada ciudad también se podían encontrar grupos minoritarios que no adoraban a estos dioses. Los israelitas, también conocidos como judíos, afirmaron que había un solo Dios verdadero y buscaron adorarle solo a Él.

Todas estas ciudades estaban unidas por una red de carreteras construidas por el Imperio romano, por lo que era fácil trasladarse para hacer negocios y divulgar ideas nuevas. El apóstol Pablo pasó la segunda parte de su vida viajando en estas carreteras, anunciando que el Dios de Israel había nombrado a un nuevo Rey de las naciones; uno que no gobernó con fuerza y agresión, sino con sacrificio propio y amor. Pablo sirvió como mensajero de estas nuevas cuando invitaba a todas las personas a vivir bajo el gobierno de amor del Rey Jesús.

La tercera parte de Hechos trata sobre historias de los viajes de Pablo y cómo las personas recibieron su mensaje. En esta sección, Lucas nos muestra cómo Pablo y sus compañeros se trasladaron de su lugar de origen, la ciudad de Antioquía, a ciudades estratégicas por todo el imperio. En cada ciudad, la costumbre de Pablo era ir primero a la sinagoga judía para mostrar a su pueblo cómo Jesús era el mesías prometido en la Biblia hebrea. Algunos creyeron en su mensaje y comenzaron a vivir según el reinado de Jesús, pero otros se opusieron al mensaje de Pablo. Algunos judíos sintieron celos y lanzaron falsas acusaciones a los discípulos, mientras que algunas personas no judías sintieron que su forma de vida romana era amenazada y expulsaron a los discípulos. Sin embargo, la oposición nunca detuvo al movimiento de Jesús. De hecho, la persecución realmente logró impulsarlo a nuevas ciudades. Llenos de gozo y del Espíritu Santo, los discípulos no se detuvieron.

Lee, reflexiona y responde:

• Repasa cuidadosamente del mensaje de Pablo (ver Hechos 13:40). Fíjate en qué historias, detalles y citas del Antiguo Testamento eligió citar para mostrar que Jesús es el Rey que Israel había estado esperando. ¿Qué observas?

• ¿Alguna vez te has sentido celoso cuando a otra persona le han prestado más atención al usar sus dones y seguir a Jesús? Observa la reacción de algunos de los líderes religiosos (ver 13:42-50) y la respuesta de los discípulos (ver 13:51-52). ¿Cómo te anima o te desafía eso hoy?

• Jesús se propone alcanzar la unidad, pero sabe que su mensaje será rechazado con violencia por algunos, así que instruye a sus discípulos al respecto. Repasa la lectura de hoy a la luz del relato del primer volumen de Lucas sobre las palabras de Jesús (ver Lucas 10:5-16). ¿Qué notas?

• Copia Hechos 13:38-39 con tu propia letra y colócalo en algún lugar donde lo veas durante toda la semana. Jesús ofrece pleno perdón y libertad de un modo que el antiguo pacto no podía ofrecer. ¿Hay algo además de Jesús que tiendas a buscar para obtener ayuda, esperanza y libertad? Habla con Dios sobre eso en este momento. Pídele ayuda para que lo veas y lo honres como el único Rey verdadero de tu vida.