Cómo Liberarte De La Culpa Después De PecarMuestra
¿POR QÚE SIGO PECANDO?
Quiero comenzar este día con este un fragmento de Romanos 7:19-20 del Apóstol Pablo, el cual dice: “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí”.
Todos vamos a tener en nuestra naturaleza humana, atentar contra Dios, pues siempre nuestro cuerpo y mente se inclinará hacia el mal. Si no me crees, observa a un bebé que esta siendo cuidado en un buen hogar, donde tiene toda clase de lujos, donde sus padres son ejemplares, nunca ha aprendido una conducta de ocultar cosas, pero ese mismo niño al cometer algo que sintió que está mal, tenderá a mentirles a sus padres. No es algo que haya aprendido en casa; sin embargo, algo viene determinado por la naturaleza caída del ser humano a causa del pecado.
En muchas ocasiones no queremos pecar contra Dios, pero los deseos de la carne, es decir los deseos carnales, los deseos que vienen del mundo y lo que ofrece nos seducen y nos arrastran a considerar que la decisión que vamos a tomar no es tan grave… pero después viene esa culpa que te asecha.
Tu dirás:¿Pero por qué pasa esto?
Pues en la misma palabra tenemos la respuesta: Gálatas 5:17 dice: “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”
Te pongo un ejemplo para aclarar la idea.
-La carne desea un maratón de Netflix (Vs) El Espíritu desea tiempo de oración
-La carne desea comer tu comida favorita (Vs) El Espíritu desea ayuno.
-La carne desea tener sexo fuera del matrimonio (Vs) El Espíritu desea la pureza sexual hasta el matrimonio.
-La carne desea odiar, tenet celos, rivalidades, envidia, borracheras, etc… (Vs) El Espíritu desea amor, alegría, paciencia, bondad, amabilidad, fidelidad, humildad y dominio propio.
¿Cómo te sientes al leer esto? ¿Sientes que seguir lo que Dios quiere para nosotros resulta aburrido? ¿Qué cuesta? ¿Crees que es una pérdida de tiempo? Pues te quiero contar, que por mucho tiempo de mi vida, estaba bien con los deseos de mi carne. Pero queridos, les digo con toda certeza que la carne es perecedera y empieza a hacerte daño, un daño que no es perceptible hasta que lo ves reflejado en tu vida como un cáncer dentro de ti. Se va a manifestar en tu vida en un futuro, eso te lo aseguro, puede ser con un divorcio, ansiedad, depresión, pensamientos suicidas, soledad, pero algo te va causar consumir carne pútrida, eso te lo aseguro.
En cambio, las cosas que haces para Dios, es decir para el Espíritu que Dios puso en ti, van a ser las mejores decisiones de tu vida. En el comienzo, puede que sientas que estas perdiendo el tiempo o que eres un ñoño, o que tus amigas te van a señalar por no hacer lo que está de “moda”, por tener sexo con sus novios o beber y fumar. Al comienzo como todo pecado resulta dulce, pero el pecado se vuelve amargo, todas estas cosas les dejarán un vacío y una culpa que difícilmente y lamentablemente muchas personas no saben cómo lidiar con esto y terminan quitándose la vida… tú en cambio, vas a tener algo que todos ellos no. Tú vas a tener paz, una paz que no se compara a nada, te lo prometo, tendrás un placer superior a todos, porque Dios te aprueba, estas siguiendo su voz y sus reglas. Como Padre en verdad sabe lo que te conviene, Él cuida de tu corazón.
Continua Pablo diciendo en Romanos 7:21-23: “Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”.
Mira la parte que esta subrayada y notarás que como te dije en días anteriores, la batalla comienza en tu mente, la culpa se genera de igual manera en tu mente. Pablo finaliza con algo que me encanta, dice: “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, más con la carne a la ley del pecado”. - Romanos 7:24-25.
De esta forma vemos una forma clara de actuar frente a las acusaciones del Diablo.
Primero aceptar que somos los únicos responsables por lo que hicimos.
Segundo nadie más te librará de tus pecados sino Jesucristo.
Tercero decidir con tu mente servir a Dios. En otras palabras, NO servir a los pensamientos de culpa y condenación del enemigo, que te dicen que te alejes, o que no eres merecedor del amor de Dios, sino servir en todo lo que te ha dicho Jesús que eres, a lo que espera Él que tú hagas.
Un error no te representa, no te define, no puedes evitarlo, acepta que puedes fallar, convierte la culpa en aprendizaje. Pregúntate: ¿Cómo puedo hacerlo mejor la próxima vez? No te quedes en la suciedad o en el auto sabotaje o en las palabras hirientes como “soy un fracaso, soy un fraude, còmo puedo ser yo un hijo de Dios, soy un fariseo, Dios no me ama”. Deja eso, felicítate, porque te has dado cuenta de que te están atacando espiritualmente.
Sabes que le hiciste daño al corazón de Dios, pídele perdón, su amor no está condicionado como el amor de nosotros, Él no tiene un límite. Dios te ama como desde el primer día de tu vida. Discúlpame si estoy siendo repetitivo con estas cosas, pero créeme que sé cómo actúa la culpa, mi mente estuvo entenebrecida por mucho tiempo debido a la culpa, por eso te repito estas verdades que deben estar siempre presentes en tu mente y corazón.
Quiero finalizar este día esperando sinceramente que estés renovada y renovado de tus pensamientos acerca de la culpa, por lo cual creo que será más útil aún en este momento darte dos pensamientos, en los cuales quiero que te enfoques e interiorices en tu corazón.
PENSAMIENTO PARA ESTE DÍA: “Ninguno llegó perfecto a Jesús, su perdón nos perfecciona a medida que más nos acercamos. Dios no te pide perfección, sigue buscándolo”.
PENSAMIENTO PARA ESTE DÍA: “Dios ya pagó por mis pecados, presentes, pasados y futuros. Ciertamente en Él soy salvo, soy hijo de Dios, soy perdonado, soy santo, soy su casa y tengo aún un gran propósito”.
En el penúltimo día de este plan trataremos justo acerca de lo que unos párrafos arriba mencioné. Hablo del ENFOQUE. Con amor, Cris.
Acerca de este Plan
Este devocional va dirigido a aquellos que han tenido momentos en el presente o en el pasado que los llenaron de tanta culpa que quisieran retroceder la cinta y borrar lo que pasó. Dios te da una nueva oportunidad, Él no se ha cansado de ti. A través de estos 7 días reafirmaremos juntos el amor infinito que siente el corazón del Padre por ti.
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Nos gustaría agradecer a EL REINO ETERNO por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/cristian_rodriguezt/