Descanso De CorazónMuestra
Imagínate esto:
Llevas días sin dormir pensando en todas las cosas que tienes por hacer. Te levantas de la cama a la misma hora de siempre y te encuentras haciendo la misma rutina de todos los días. Te detiene el pensamiento por unos segundos: ‘’Y si me tomo el día libre’’… Los segundos de silencio son interrumpidos por tu alarma y tienes que continuar tu vida ajetreada. Llegas al trabajo, y tu jefe esta de mal humor así que haces todo lo que puedas porque no te diga nada, trabajas el doble ese día. Al culminar tus horas laborales, sales lo más rápido posible hacia tu casa y te atrapas regresando a un hoyo negro de pensamientos agobiantes e intrusivos que solo provienen de tu falta de descanso y comunión. No sabes que más hacer y clamas: ‘’Señor, mi cuerpo y mi corazón desfallecen…’’.
Esto mismo dijo en alguna ocasión David. En sus muchos intentos de escapar de las manos del rey Saúl se encontró sobreviviendo en su realidad. Buscaba escapar de esa vida de preocupación y vivía aterrorizado y a la defensiva de que algo malo fuera a sucederle. En su desespero clamó: ’Señor, mi carne y mi corazón desfallecen…’’.
La historia de David y la que podamos vivir cada uno de nosotros es la misma, pero una cosa tenemos diferente: David tenía claro y regresaba a creer en quién era su sustento y su protección.
En muchas ocasiones David necesitaba fuerzas, y Dios estuvo ahí. Necesitaba protección, y Dios lo cubrió. Necesitaba alimento, y Dios proveyó. Necesitaba seguridad, y Dios le guardó. Necesitaba descanso… y Dios se lo concedió.
Tu historia puede ser igual que la de David, tal vez no igual en dificultades y tribulaciones, pero sí en actitud de saber, que a pesar de las dificultades y tribulaciones, Dios está.
En todo momento, si necesitas fuerzas, Dios está. Si necesitas protección, Dios te cubre. Si necesitas alimento, Dios provee. Si necesitas seguridad, Dios guarda. Y sobre todo, si necesitas descanso, Dios te lo concederá. Descansa en Sus tiernos brazos sabiendo que la roca de tu salvación y tu porción por siempre es Dios.
Salmos 73:26
Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
Hebreos 13:6
Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?».
Escrituras
Acerca de este Plan
No hay nada mejor que quitarse los zapatos luego de un largo día. Lo mismo sucede con la vida espiritual. Cuando el corazón siente las cargas emocionales que provoca una vida espiritual decaída es fácil sentirse rendido y lastimado. Dios quiere proveer ese alivio a nuestras vidas. Este plan pretende dar un recorrido por la Biblia donde encontrarás DESCANSO PARA TU CORAZÓN.
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Nos gustaría agradecer a La Biblia de Maricris por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/msolanno/