SíguemeMuestra

En el relato de Mateo 4:18-22, vemos cómo Jesús llamó a Pedro, Andrés, Santiago y Juan para que lo siguieran y comenzaran una nueva vida junto a Él. Este llamado implicaba un cambio profundo en sus vidas y prioridades, y ellos respondieron con obediencia y disposición.

A medida que reflexiono sobre esto, me doy cuenta de que el mensaje de Jesús iba en contra de la idea de simplemente seguir las normas religiosas establecidas. No era solo un "Cambia y únete a nosotros", sino un "Sígueme y cambiarás". El cambio verdadero solo puede surgir de una relación personal con un Salvador amoroso.

Recuerdo haber crecido escuchando sermones que enfatizaban dejarlo todo y seguir a Jesús, sin importar las circunstancias ni las consecuencias. A veces, esto puede parecer extremista y abrumador. Nos enfrentamos a la decisión de seguir a Jesús de inmediato, como si no hubiera margen para pensar o procesar.

Sin embargo, me ha reconfortado darme cuenta de que seguir a Jesús comienza con obtener información y escuchar. No se trata solo de abandonar nuestro mundo y nuestras posesiones de inmediato. Jesús siempre ofreció enseñanzas y compartió información con las personas. Él construyó el concepto de un Padre Celestial a través de un proceso de comunicación y aprendizaje.

Es esencial entender esto, especialmente si hemos sido parte de iglesias o denominaciones que nos instan a no hacer preguntas y simplemente creer de manera ciega. La fe real, el cristianismo auténtico, está basado en la verdad y no en la ignorancia. Jesús nos anima a buscar, preguntar y aprender.

Entonces, mi amigo/a, te animo a que no temas cuestionar, investigar y buscar la verdad en tu camino de fe. No se trata solo de abandonar todo de golpe, sino de comprender que seguir a Jesús implica un cambio real en nuestras vidas y prioridades. Pero este cambio se realiza en el contexto de una relación con un Salvador amoroso que nos guía y transforma.

Que puedas encontrar la sabiduría y la claridad necesarias mientras escuchas a Jesús y te abres a Su dirección en tu vida. Que el proceso de seguimiento sea un camino de aprendizaje, crecimiento y transformación, en el cual te acerques cada vez más al corazón de nuestro Padre Celestial.

Reflexiona sobre estas preguntas:

• ¿Qué cosas en tu vida crees que Jesús te está invitando a dejar para seguirlo más de cerca?
• ¿Cuál ha sido tu reacción ante el llamado de Jesús hasta ahora? ¿Estás dispuesto(a) a hacer los cambios necesarios?