La promesa y el milagroMuestra

Intimidad > Comunión

5 Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa.6 Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.

Sabes, Dios no solo quiere una comunión contigo, Él busca una mayor intimidad. Esta bien que vayamos a la iglesia, que sirvamos, que adoremos, todo eso llama la atención de Dios pero no es suficiente Él busca intimidad, veamos la intimidad como la oportunidad de echar raíces profundas, donde Dios no busca tener una conversación superficial sino que busca entrar hasta la cocina y sentarse a platicar contigo, tener conversaciones que son incomodas pero que sabe que los llevaran a crecer su relación.

“Tener conversaciones incómodas llevan a madurar nuestras relaciones”.

En Mateo 6 vemos como Jesús habla del lugar secreto, un lugar solo para ti y el Padre donde la puerta debe estar cerrada pero el corazón abierto a encontrar respuesta del Padre.

En Génesis 18 vemos como Dios se presenta de nuevo delante de Abraham, que por consecuencia Abraham prepara un gran banquete para su Señor y una vez que está listo dicho banquete Dios invita a Abraham a sentarse a la mesa con Él (Intimidad) y sucede algo que vuela mi cabeza y es que en el momento que Abraham se sienta a la mesa (v.9) Dios le recuerda la promesa que le fue entregada a Sara de que tendrá un hijo en 1 año. Muchas veces esperamos que Dios nos entregue promesas, sueños y hasta nuestro llamado en un servicio de domingo, de la forma más publica pero en realidad todo eso va a ser entregado en intimidad.

“En intimidad Dios entrega sus promesas”.

Muchos, me incluyo, nos hemos llegado a cuestionar cómo vamos a encontrar o saber cuál es nuestro llamado. Pero hoy puedo entender que una vez que comprendemos la temporada por la cual estamos atravesando (Proceso) es ahí donde nuestro llamado nos encuentra a nosotros. No tienes que buscar algo que Dios te va a entregar en medio de todo proceso en intimidad.