Devocional Del Día | JulioMuestra

Consultando a Dios

1 Crónicas 14: 8-17

Cuando los filisteos supieron que David había sido consagrado como rey de todo Israel, se lanzaron todos en busca suya; pero David lo supo y le salió al encuentro. Entonces los filisteos avanzaron e hicieron incursiones por el valle de Refaim. Por esto, David consultó al Señor, y le preguntó:
—¿Puedo atacar a los filisteos? ¿Me darás la victoria sobre ellos?
Y el Señor le respondió:
—Atácalos, pues te daré la victoria sobre ellos.
David subió a Baal-perasim, y allí los venció. Por eso dijo: «Como un torrente de agua, Dios me ha abierto paso entre mis enemigos.» Y llamaron a aquel lugar Baal-perasim. Además, los filisteos dejaron abandonados a sus dioses, y David los mandó quemar.Pero los filisteos volvieron a hacer incursiones por el valle de Refaim, así que David consultó de nuevo a Dios, y Dios le contestó:
—No los ataques de frente, sino rodéalos y atácalos por la retaguardia cuando llegues a los árboles de bálsamo.Cuando escuches ruido de pasos por encima de las copas de los árboles, lánzate a la batalla, porque eso significa que yo voy delante de ti para herir de muerte al ejército filisteo.
David hizo lo que Dios le había ordenado, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Guézer, por lo cual su fama se extendió por todos los países y el Señor hizo que todas las naciones le tuvieran miedo.

A los filisteos se les conocen como los enemigos de Israel, constantemente podemos ver su pelea, lucha y conflictos.

Fácilmente David pudo pensar, los filisteos siempre han sido enemigos, Dios nos ha ayudado, voy a ir a hacerles guerra. Pero no, lo que David hizo fue consultar a Dios.

¿Cuántas veces hemos hecho cosas buenas aparentemente, pero sin consultar a Dios?

David consultó dos veces a Dios acerca de atacar a los filisteos; la primera vez la respuesta fue: Sí atácalos pues te daré la victoria sobre ellos, la segunda vez que David le consultó sobre el mismo tema, la respuesta fue: No los ataques de frente, sino rodéalos y atácalos por la retaguardia cuando llegues a los árboles de bálsamo.Cuando escuches ruido de pasos por encima de las copas de los árboles, lánzate a la batalla, porque eso significa que yo voy delante de ti para herir de muerte al ejército filisteo.

No olvidemos siempre debemos consultar a Dios, ya sea por algo que consideremos que es bueno, o por algo que ya hicimos antes.

Medita: ¿Consultas a Dios en todas tus decisiones?