Dios Te Lo Regaló a Ti.Muestra

Imagina un rey, lleno de esplendor. Tiene tantas joyas, una corona grande y con perlas preciosas en esa corona, cada perla indica que ha ganado una guerra. Tiene anillos en su mano y todo su reino es de oro. De hecho, menosprecia la plata, porque tiene riqueza en abundancia (1 reyes 10:21).

Alguien dice: “El rey quiere darte un regalo”, en seguida vas y te encuentras con este gran rey. Piensas dentro de ti: “Tal vez me regale una mansión, algún anillo de los que le sobra”, y te inclinas ante él.

Este rey está intrigado y te dice: ¿Qué haces? ¿Por qué te inclinas así? ¿Piensas que fui yo quien te llamo?”. Tú te levantas y preguntas: “¿Entonces quién me llamo?”.

El rey se le ilumina la mirada y te dice: “A él le llaman, ¡el Rey de los Reyes!, y tiene tantos títulos como estrellas en el universo. Todos dignos de Él, debes apresurarte, si Él tiene un regalo para ti debe ser muy grande”. Te montas en las alas del viento junto a este rey, y ves hacia abajo una ciudad sumamente rica, te volteas a ver al rey, y él dice: “Aún no has visto nada” (Salmos 104:3).

Al fin, ves al Rey de reyes, sus vestidos no son de telas terrestres, de hecho son de Luz, el blanco de su sonrisa no existe en esta tierra, y la paz que exhala al caminar es palpable (Cantares 8:10).

Él te ve y te dice: “No temas, he querido darte el reino” (Lucas 12:32).

El otro rey está inclinado y te ve de abajo hacia arriba: “¿Quién es este?”, piensa dentro de sí.

Y tú haces la pregunta correcta: ¿Quién eres tú Rey de reyes?

Su Voz es potente y tierna a la vez: “Yo soy el que te amó y regaló toda su vida por ti. Yo soy quien te salvó, y te libré de una reino de tinieblas, y te traje a mi luz admirable. Yo te amo y te veo digna y digno de honor… Mi amor es un regalo… ¿Quieres aceptarlo?”.

Está en ti, aceptar el regalo de Su amor, Su salvación, Su vida y Su reino… ¿Lo aceptas?