Rut: Una pequeña gran historia de amorMuestra

Es complicado - Parte 2

El consejo de Noemí es cuestionable. Ella estaba al tanto de que Booz sólo había visto a Rut sucia y sudorosa trabajando en sus campos, por eso, aconsejó a Rut que se arreglara, que comprara un vestido de gala nuevo y se pusiera un buen perfume. Luego, le indicó que asistiera a la gran fiesta en la que estaría Booz y, una vez allí, esperara pacientemente a que él se divirtiera celebrando su gran éxito por la cosecha y los negocios, luego de que hubiese comido y bebido una o dos copas de vino, se presentara ante él. Además, Noemí le aconsejó a Rut que tomara el riesgo de acercarse a Booz mientras dormía para que él le propusiese matrimonio.

Haciendo caso del consejo de Noemí, Rut se dirigió a la era, que debía de ser un terreno abarrotado de trigo, donde se trillaba el grano de la cosecha golpeándolo con una horquilla, pisoteándolo con los animales (Miqueas 4:13) o aplastándolo bajo las ruedas de un carro (Isaías 28:28). El objetivo era separar los granos de la cáscara, la paja y el tallo. La paja se utilizaría para los animales, la cáscara como combustible y el grano como alimento. Esta costumbre era un momento de gran celebración y fiesta (Isaías 9:3, 41:14-16) y, particularmente, esta debe haber sido más entusiasta de lo normal, pues era la primera después de muchos años de hambruna.

Booz, junto a los demás hombres que habían asistido a la cosecha y a la fiesta, durmió en la era junto al grano para protegerlo de los ladrones. Mientras Booz dormía, Rut siguió el atrevido y osado consejo de Noemí y le descubrió los pies y se acostó allí. Sobresaltado, Booz se despertó y preguntó de quién se trataba. Probablemente debe haber pensado que se trataba de una prostituta que quería tentarlo, ya que la prostitución era muy común en la era donde los hombres después de tomarse unas copas, estaban de muy buen humor y tenían dinero para gastar (Oseas 9:1).

Rut se presentó como su humilde sierva, pero probablemente hubo un momento de incertidumbre para Booz acerca de sus intenciones. Ella se había convertido recientemente, ¡pero Rut era una moabita, su raza provenía de una joven que se metió en la cama con su padre ebrio y lo sedujo! (Génesis 19) Además, toda la historia ocurrió en los oscuros días de los jueces, cuando existía gran inmoralidad sexual de todo tipo en el pueblo.

Rut le pidió a Booz que respondiera a su propia oración de 2:12 y fuera el ala de cobertura de Dios sobre ella. En resumen, no le propuso matrimonio a Booz, sino que le declaró su amor y lo invitó a pedir su mano. La frase extiende tus alas también se traduce a veces como extiende tu vestido/manto y se utiliza en otros pasajes bíblicos como símbolo de compromiso, algo muy parecido a nuestro actual anillo de compromiso (Ezequiel 16:8; Deuteronomio 23:1, 27:20; Malaquías 2:16).

Al hacer este acto, un hombre demostraba que cubriría con amor a una mujer durante toda su vida y que la invitaría a su cama como su amada esposa. En 1 Corintios 7:39, Pablo dice que una viuda, como Rut, era libre de casarse con cualquier cristiano al que decidiera amar, y en este caso, Rut asumió un enorme riesgo al declararle su corazón a Booz. Además, aunque no quebrantó ningún mandamiento específico de las Escrituras, Rut sí que pisoteó muchos tabús culturales, ya que era más joven que Booz quien ya era un hombre mayor; ella era sierva y él era su jefe; ella era moabita y él israelita; ella era pobre y él rico; ella era mujer y él un hombre.

Los comentaristas bíblicos debaten enérgicamente si aquí las acciones de Rut fueron piadosas o no. Aunque parecer ser que sus acciones no transgredieron ninguna ley, sí fue osada al presentarse delante de un hombre a altas horas de la noche, sabiendo que él había bebido algunas copas de vino. Como mínimo, ¡es complicado!

Hoy en día, los solteros suelen preguntarse dónde está el límite en las citas. Pero Efesios 5:3 (NBLA) dice: “Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre ustedes”. Además, en el romántico libro El Cantar de los Cantares, el estribillo es “no despierten a mi amor hasta que quiera”. De hecho, la cuestión no es dónde está el límite, sino cuándo es el momento. El momento es el matrimonio, no antes.

Nuestro verdadero carácter suele quedar al descubierto cuando no hay nadie cerca o cuando nos toman desprevenidos. ¿De qué forma puedes para tener la integridad que tuvo Booz?