[Descubre los tesoros del Salmo 23] Mi pastorMuestra

El Señor es mi Pastor

El Salmo 23, como muchos otros, fue escrito por David, el pastor que llegó a ser el rey más querido y reconocido de Israel. Aunque era pastor, este salmo en concreto no está escrito desde esa perspectiva, sino desde la de una oveja. Se identificaba a sí mismo como una de las ovejas del rebaño del Señor que necesitaba los cuidados del Buen Pastor.

Veamos el significado frase por frase de «El Señor es mi Pastor».

*El: Este artículo significa el único. No hay nadie como Él. Sólo puede haber Uno al que David se refiere, el Dios y Señor de Israel: Yahvé.

*El Señor: ¿Quién es Él? Vemos que Pablo, en su carta a los Colosenses, nos dice quién es el Señor. Afirma que Jesucristo, el Buen Pastor, es la imagen del Dios que no podemos ver. Él es la imagen visible del Dios invisible y ha venido a mostrarnos quién es Dios. Él es el responsable de la creación de todas las cosas naturales y sobrenaturales. Pablo confirma que «el Señor» del que habla David es Aquel que creó todo. No hay otro Señor. Él te creó para que recibieras su afecto. Está atento a tus necesidades. El Buen Pastor cuida de sus ovejas hasta dar la vida por ellas. Tú le perteneces.

*Mío: Este pronombre posesivo se refiere a la pertenencia, a una relación personal. David declara que pertenece al Pastor. La única manera en que podemos ser contados como ovejas del Señor es reconociendo y aceptando la obra que Jesucristo hizo en la cruz. Cuando hacemos esto, somos adoptados por el Padre. Es entonces cuando podemos reclamar al Señor como nuestro Pastor. En los tiempos de David, las ovejas eran marcadas para que se pudiera reconocer el rebaño y el pastor al que pertenecían. De la misma manera, nuestro Pastor nos ha marcado. Fuimos sellados por el Espíritu Santo en el momento en que entramos a formar parte de las ovejas del Buen Pastor.

*Pastor: Dios es identificado como nuestro Pastor en el Antiguo Testamento (Génesis 48:15, Salmos 80:1). En el Nuevo Testamento, Jesús se revela como el Buen Pastor (Juan 10:11-16). La carta a los Hebreos llama a Jesús el Gran Pastor (Hebreos 13:20). El pastor guía y dirige a sus ovejas y cuida de ellas. Así, cuando David afirma que el Señor es nuestro Pastor, entiende y declara que el Señor le guiará y dirigirá y cuidará de su vida. No podemos tener mejor Pastor que Jesucristo, que dio su vida por las ovejas.

Señor Jesús, gracias por ser mi Pastor, por cuidar de mí, por preocuparte por mi vida y por dar tu vida por mí. Hoy sé que te pertenezco, y que tú te encargarás de guiarme y dirigirme al mejor lugar.