[Descubre los tesoros del Salmo 23] Mi pastorMuestra

Conoce el Salmo 23

El libro de los Salmos es uno de los más largos de la Biblia. Contiene 150 salmos. La mayoría de ellos fueron escritos por David.

El Salmo 23 es posiblemente uno de los pasajes más conocidos de las Escrituras. Es un pasaje que la mayoría de los creyentes llegan a conocer durante los primeros pasos de su caminar con Cristo. Es un poema de solo seis versículos. En él, David derrama su corazón y describe verdades del corazón de Dios. El Salmo 23 a veces se llama «Himno de alabanza de David a la diligencia divina». En otras palabras, el salmo se refiere a cómo el Pastor celestial es diligente en el cuidado de sus ovejas.

Sin duda, el Salmo 23 está pensado para ser considerado cuando se está en apuros, que es como David lo escribió. Se cree que lo escribió cuando su hijo Absalón se rebeló contra él. En ese momento, David estaba siendo perseguido. ¿Te imaginas encontrarte en una situación así y escribir: «El Señor es mi pastor, nada me falta»? David está siendo perseguido por su hijo, escondido en una cueva, con toda la nación en su contra. ¿Cómo puede decir: «Nada me faltará»?

El Evangelio de Juan nos dice que Jesús declaró que Él era el Buen Pastor. Él es el Buen Pastor del que habla David en el salmo. Jesús conoce a sus ovejas y ellas le conocen a Él. Él dará su vida por sus ovejas. Jesús también declara que tiene otras ovejas que no son de este redil, que oirán su voz y le seguirán.

Jesús había sido enviado al pueblo judío, y muchos no lo conocían, ya que no eran sus ovejas. Pero algunos de los que lo seguirían no eran judíos. Eran las ovejas de otro redil que conocían su voz. ¿Has reconocido su voz? ¿Eres una de sus ovejas? Hoy tú y yo podemos acercarnos a Dios a través de la obra que Jesucristo hizo. En el Salmo 23, David estaba seguro de que nada le faltaría porque tenía comunión con Dios. Sabía que Dios le daría descanso y victoria durante la persecución que estaba sufriendo. Tú puedes experimentar la misma seguridad.

Señor Jesús, anhelo conocerte más. Te pido que pueda experimentar diariamente el seguirte, porque conozco tu voz y tú me conoces. Gracias porque diste tu vida por mí. Esta es la mayor señal del gran amor y cuidado que tú tienes por mí.