Libertad De La AdicciónMuestra

Vivimos en un mundo que siempre quiere que estemos haciendo algo. El trabajo arduo es de Dios, pero ¿la motivación que nos impulsa a trabajar proviene de un lugar en el que sabemos que somos aceptados por Dios? ¿O la motivación para trabajar proviene de tratar de ser aceptado por Dios?

Mi vida cambió drásticamente cuando me di cuenta de que Dios me ama tal como soy, y es al recibir Su amor que Su sanidad fluyó en mi vida. No estoy trabajando por Su amor; Estoy trabajando desde Su amor. Hay una gran diferencia.

Este mundo es un lugar ocupado, y es fácil caer en el ajetreo. A menudo, sin embargo, el estar quieto con Dios logra más en nuestras vidas que todo el ajetreo. Porque es en el silencio con Dios que Él nos imparte el coraje para enfrentar nuestros desafíos. Es cuando estamos quietos en Su presencia pacificadora que comenzamos a ver el camino por delante con mayor claridad.

Mientras estamos quietos y llegamos a conocer a Dios, el miedo se aleja como hojas en el viento.

Por lo tanto, a menudo hacemos más en menos tiempo cuando damos prioridad a pasar tiempo con Dios. Descansar con Él nos empodera para poder enfrentar los desafíos de la vida con más valentía, claridad y fe.

Consejo de oración

Siéntate con Él hoy. Rétate a pasar tiempo con Dios, y no tengas ninguna agenda para hacerlo; simplemente pasa tiempo con tu Padre Celestial y agradécele por lo que ya ha hecho por ti. Después de hacerlo, observa cómo cambia tu perspectiva, energía, y esperanza.

Paso de acción

La próxima vez que tengas una tarde libre, te desafío a decir y hacer esto: “Dios, hoy me voy a relajar y hacer algo que me gusta porque me amas y te gusta verme disfrutar de la vida”. Luego, mientras disfrutas de un tiempo de inactividad, confía en que tus desafíos están en las manos de Dios y disfruta de una tarde de "estar" con Dios.