Fuerzas Del CieloMuestra
Para los cansados
Es innegable que todos los seres humanos experimentamos cansancio en algún momento en nuestras vidas. Algunos se cansan más que otros, pero el cansancio es algo que nos ocurre a todos. Cuando hablamos del cansancio físico, el asunto no es tan difícil resolverlo porque una buena cama, un tiempo sin hacer nada, un reposo adecuado permitirá el regreso de nuestras fuerzas para seguir haciendo lo que debemos hacer.
No obstante, hay otro cansancio que no es tan sencillo de solucionar como el físico. Me refiero al cansancio emocional que puede experimentar una persona por infinidad de razones. La carga emocional por alguna prueba, por enfermedad en la familia, la preocupación por los hijos, las dificultades económicas, todas ellas y muchas más, producen un cansancio que hace caer las manos y causa desesperanza y desaliento.
Ese cansancio emocional provoca, en ocasiones, el que la persona sienta que ya no tiene fuerzas para luchar. Para las personas que no conocen a Jesús, la situación del cansancio emocional se une a la falta de fe, y el resultado es una vida sin esperanza que trata de cargar lo que difícilmente su alma puede sobrellevar.
Para los que estamos en Cristo, por Su gracia y Su misericordia, la situación es completamente diferente. No cambia el hecho de que pasemos por situaciones que producen una gran carga emocional. No estamos exentos. Jesús mismo dijo: “En el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo” (Jn. 16:33).
Lo que ocurre es que le tenemos a Él, tenemos promesas en las cuales podemos creer porque Él es fiel y cumple lo que promete. Podemos orar y confiar que, en medio de nuestras circunstancias, podemos ser fortalecidos y recibir nuevas fuerzas. Dios nos ha dicho que Su paz, que sobrepasa todo entendimiento, nos puede llenar, y con ella en nosotros, lo difícil puede convertirse en un milagro de Dios a favor nuestro.
Dios le dijo al pueblo de Israel, unas palabras hermosamente alentadoras: “Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida” (Jer. 31:25).
Hoy te hablo a ti que estás cansado, a ti que estás cansada. Ciertamente, Dios tiene para los que somos Sus hijos, fuerzas celestiales que nos son dadas por amor. No olvides Su promesa: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas" (Is. 40:29). Agárrate de Sus promesas, clama a Él con la confianza de que Él te escucha y te responde. No estás solo o sola, Él está contigo y en medio de la adversidad, Él es nuestro socorro y nuestra ayuda.
Escrituras
Acerca de este Plan
Todos necesitamos fuerzas nuevas en algunos momentos de nuestras vidas. Cuando esas fuerzas vienen del cielo, entonces somos bendecidos y todo nuestro ser es fortalecido. En este plan iremos a las Escrituras para que el Señor nos deje saber de qué manera esas fuerzas divinas pueden llegar a nuestras vidas. Solo Él puede dar fuerza al cansado, al que no tiene ninguna.
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/grettchen.figueroa