A través del valle—Avanzando en la vida con DiosMuestra

Nunca solo

«Aun cuando yo pase por el valle más oscurono temeré, porque tú estás a mi lado.Tu vara y tu cayadome protegen y me confortan» (Salmos 23: 4).

¿Por qué los niños siempre piden "un cuento más" a la hora de acostarse? Un libro más para leer o una canción más para cantar, cualquier cosa para extender el tiempo antes de apagar la luz y quedar solos en la oscuridad.

No nos gusta la oscuridad, evitamos los callejones oscuros, las habitaciones y pasillos oscuros.

Sin embargo, a veces, debemos caminar por el oscuro valle de la muerte.

El valle que atraviesas puede ser el fallecimiento de un cónyuge, de un hijo o un amigo cercano, o tal vez la mascota de la familia. Podría ser un diagnóstico difícil como el cáncer o la infertilidad. Situaciones como estas pueden dejarnos en la oscuridad. O bien, podría ser el desvanecimiento de un sueño, de un matrimonio o la esperanza que tenías para el futuro.

Como seres humanos, somos más vulnerables en la oscuridad. Nuestros ojos se adaptan, pero no lo suficiente como para discernir las sombras en movimiento. Nuestros oídos pueden detectar movimiento, pero sin vista, es difícil definir la amenaza. No pretendo conocer tu oscuridad, pero conozco a alguien cuyo entendimiento es infinito. Él nunca te dejará solo, ni siquiera en el valle más oscuro. En esos momentos, tus sentidos espirituales deben prevalecer.

Cierra los ojos un instante,en ese valle oscuro donde estás ¿puedes sentir al Señor? ¿Puedes percibirlo con la vara y el bastón listo para defenderte de los ladrones y malhechores que se esconden en las sombras? ¿Te imaginas Su imponente presencia protegiéndote, calmándote y consolándote?

Cuando todo a tu alrededor está oscuro, la Biblia nos recuerda que Dios es luz. Para Él, la noche brilla tan esplendorosamente como la luz del día. Nada, absolutamente nada, puede separarte de Su presencia y Su ayuda.

Nunca estás solo, incluso en la noche más oscura de tu alma. Toma ánimo y avanza.

«Estoy convencido de que nada podrá apartarnos de su amor; ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los demonios, ni lo presente, ni lo que está por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni cosa alguna de toda la creación. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha demostrado en Cristo Jesús, nuestro Señor!» (Romanos 8:38 NTV).

Ora: Dios, te invito a que entres en mi oscuridad. Haz brillar tu luz y rodéame de tu bondad. Creo y confío que estás conmigo. En el nombre de Jesús, amén.

Busca: ¿Cuál es la oscuridad en tu vida? ¿Ha fallecido un ser querido o es un sueño que ha muerto? Tómate un momento ahora para dejar que el consuelo y la luz del Señor inunden ese lugar oscuro.

Declara: No tendré miedo porque Dios está conmigo, nada puede separarme de Su presencia.