7 Cosas Que Recordar Cuando La Vida Parece DifícilMuestra

7. Dios es exactamente lo que necesitas.

Hay veces que no sabemos lo que necesitamos. Tal vez no estés de acuerdo conmigo, pero déjame repetir: Dios es exactamente lo que necesitas.

En la Biblia se narra la historia de un hombre paralítico que fue llevado a Jesús por cuatro amigos para que lo sanara.

Jesús estaba en una casa predicando, pero la multitud se había aglomerado tanto que ya no había lugar en la casa donde el Maestro estaba. Seguramente estas personas habían oído o visto que Jesús había hecho milagros y por eso llevaron a su amigo en una camilla. Como no pudieron entrar, se les ocurrió una idea descabellada, subir a la azotea de la casa, y hacer un hoyo en el techo para que ellos pudieran llevar a su amigo a los pies de Jesús.

Ellos, subieron a la azotea, rompieron el techo, bajaron a su amigo en su camilla, y dice la Biblia que Jesús, al ver la fe de ellos, le dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

Los amigos del paralítico esperaban que Jesús sanara al paralítico y en lugar de eso Jesús lo que hizo fue perdonar sus pecados. Quiero que imaginemos, ¿qué pensarían los amigos del paralítico cuando Jesús le perdonó sus pecados? La Biblia nos dice claramente lo que otras personas pensaron. Ahí había algunos maestros de la ley que de inmediato murmuraron: ¿Por qué habla este así (refiriéndose a Jesús)? ¿Quién puede perdonar pecados sino Dios? Y tenían toda la razón, el único que puede perdonar pecados es Dios. El problema es que no veían a Jesús como el Dios hecho carne.

Tratemos de imaginar lo que los amigos del paralítico pensaron, tal vez dijeron: Lo trajimos cargando una gran distancia, lo subimos al techo para que Jesús lo viera, rompimos la casa, nos van a pasar los gastos de la compostura, lo bajamos y Jesús “solo” le perdona los pecados. ¿Qué pasó? Queríamos que caminara. Probablemente sus amigos estaban desilusionados.

Ellos creían y seguramente el paralítico también, que lo que necesitaba este hombre era la sanidad, pero Jesús, siendo Dios, sabía perfectamente lo que necesitaba aquel hombre postrado en esa camilla: él necesitaba el perdón de sus pecados y también necesitaba tener una relación con Dios.

Aunque situaciones como el desempleo, la escasez económica, la inseguridad, la enfermedad, las relaciones familiares rotas, son muy difíciles; el mayor problema que tenemos los seres humanos que resolver en esta vida es establecer una relación con Dios.

Como individuos hemos pecado (todos) (Salmo 53:3, Romanos 3:23) y eso nos ha alejado de Dios. Sin embargo, Dios nos ha amado tanto que envió a Jesús para morir en la cruz, para pagar por la pena de nuestro pecado, y si tenemos fe en Él y en Su sacrificio, podremos llegar a ser hijos de Dios (Juan 3:16, Juan 1:12).

Te he estado hablando de siete puntos importantes que hay que recordar cuando la vida se torna difícil, pero quiero decirte que para tener los primeros seis, es indispensable comenzar con este último.

Tal vez has vivido acordándote de Dios solo cuando lo necesitas para algo. Tal vez piensas que Dios es alguien bueno pero distante. Déjame te digo que Dios quiere tener una relación estrecha contigo, tanto lo quiso que estuvo dispuesto a enviar a Su Hijo a morir en la cruz para reestablecer esa relación, que nosotros al pecar habíamos roto (Romanos 6:23).

Así que hoy es un buen día para comenzar una nueva relación con Dios, una relación que sea trascendente, y que no solo te ayude a llevar esta vida que tiene sus altas y bajas, sino que también te asegure una vida eterna en el cielo con Dios.

Si nunca lo has hecho y quieres saber como hacerlo, invita a Jesús a tu corazón, hazlo el centro de tu vida, Él te está esperando con los brazos abiertos.

Que Dios te bendiga.