🤯 Una nube de estrés

Se suele decir que la plaga del siglo XXI es el estrés, y es indudable que los problemas de la vida, los compromisos y la falta de tiempo contribuyen a que vivamos vidas estresadas.

Marta estaba estresada. Su deseo de servir a Dios en esa visita y dar lo mejor de ella, la llevó a un punto de estrés que le impidió pensar con claridad.

La Biblia dice que: "Marta se preocupaba con muchos que haceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude" (Lucas 10:40).

Es muy interesante que Marta, que tenía el objetivo principal de conseguir que el Maestro y Sus discípulos pasasen el mejor tiempo posible en su casa, está tan enfadada con su hermana que va a quejarse ante Jesús.

Fíjate en la contradicción tan grande que experimenta Marta: por un lado se desvive por dar el mejor servicio al Señor, pero luego su enfado le lleva a quejarse, y no solo emite una leve queja sino que unos minutos más tarde reprocha al mismo Jesús porque no ha corregido el comportamiento de su hermana, y incluso se da el atrevimiento de decir lo que Jesús tiene que hacer.

¡Definitivamente, esa no es la mejor forma de tratar a un huésped, y menos aún si ese huésped es Dios mismo! =)

Sin embargo, esto no es algo tan ajeno a nuestra realidad. De hecho, ¡qué fácil es para nosotros caer también en esa contradicción!

Ese es el efecto de los afanes y la preocupación en nosotros. Nos ciegan, y nos impiden pensar con claridad, llevándonos a olvidar lo que es realmente importante, e incluso a elevar nuestras quejas contra Aquel a quien queremos servir de todo corazón.

Lo más curioso de este relato es que Marta es conocida en la Biblia precisamente por esto: por estar afanada y turbada. ¡Yo no sé tú, pero yo no quiero pasar a la historia así! =)

Querido/a amigo/a, no dejes que los afanes y problemas de la vida te nublen el entendimiento.

Hoy es el día de venir ante Jesús, y descansar a Sus pies, como lo hizo María. Necesitamos ese tiempo de desconexión con nuestra realidad y de conexión profunda con Dios, para poner todo de nuevo en su lugar en nuestra alma.

¡Eres un Milagro!

Christian Misch