Le subimos el volumen

Cuando conocemos a Dios por primera vez, podemos vernos tentados a creer que la adoración es únicamente cantarle a Dios y nada más. Esto es una mentira, porque Dios quiere que vivamos una vida completa de adoración hacia Él.

La verdadera adoración proviene de un corazón que adora a Dios por su naturaleza y no por las circunstancias de vida que estemos viviendo. Ese es uno de los retos que enfrentamos como cristianos todos los días.

Subirle el volumen a la adoración, es subir de nivel en nuestra relación con Dios. ¿Cómo está tu relación con Dios? ¿Has subido el volumen? O, por el contrario, ¿lo has bajado?

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¿Cómo podemos crecer en nuestra relación con Dios y subirle el volumen a nuestra adoración?

• Siendo transparentes en nuestra relación con Él y teniendo una intimidad verdadera con Él. La Biblia se refiere al Rey David como una persona conforme al corazón de Dios, y una de sus principales cualidades es que siempre fue honesto con Dios. ¿Estás siendo honesto en tu relación con Dios o hay algo que escondes en Su presencia?
• Creciendo en nuestras disciplinas espirituales. La lectura diaria de la Palabra, la oración y la alabanza son las principales armas de batalla que tenemos los cristianos. Siempre debemos vivir una vida siendo persistentes y perseverando en nuestras disciplinas espirituales.
• Llevando una vida de obediencia y poniendo en práctica la Palabra de Dios. La obediencia abre grandes puertas en nuestra vida y un verdadero adorador es obediente a lo que Dios quiere para su vida.
• Confiando en la naturaleza de Dios y en Su Palabra, creyendo lo que Él ya ha dicho y en lo que Él puede hacer. "En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que recompensa a quienes le buscan".

Por último, el Señor nos regala esta promesa para aquellos que son Sus siervos y viven confiados en Él: “El Señor libra a Sus siervos; no serán condenados los que en Él confían".