Milagros Sobre Las AguasMuestra

Salmos 107:23-30

"Más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar".

Es hermoso cuando Jesús nos dice: emprende… Inicia esto.

Empezar es el primer paso que debemos dar para llegar a nuestro destino.

Cuando empezamos algo, nos sentimos emocionados y seguros porque sabemos que al llegar a esta tierra, Dios nos demostrara milagros que nunca habíamos visto.

Pero Dios no solo quiere que iniciemos, sino que quiere estar allí en medio del proceso.

A veces pensamos que el milagro está al llegar y Dios quiere sacarnos de nuestra comodidad y nuestra estructura al decirnos: “También puedes ver milagros aquí, durante el desarrollo de tu misión".

Jesús le dice a Sus seguidores: “Vayan ustedes primero”, inicien el viaje, que yo los alcanzo.

Esto no era difícil, habían estado en barcas antes, pero lo que vivirían en las próximas horas les iba a hacer conocer a Jesús y no solo reconocerlo.

Cuando era de madrugada, los discípulos tenían miedo, mucho miedo, pero no era por la barca, sino por el viento que se les vino en contra.

Jesús desde la orilla de la tierra comienza a caminar, hacia donde están ellos.

Jesús podía llegar solo a Su destino planeado, no necesitaba de sus discípulos, no necesitaba de un grupo de personas, si el camino hasta la barca también podía llegar hasta el otro lado.

Jesús no solo quería llegar allí. Él quería que todos llegaran a Su destino.

Jesús no solo quería realizar milagros, quería que Sus discípulos entendieran que en dondequiera que fueren habría milagros, porque Jesús siempre estaría con ellos.

Jesús quiere que llegues al lugar de tu destino.

No solo quiere que empieces, quiere que termines.

Pedro también sabía como llegar al lugar de su destino, pero Dios le hace entender: “Sé que puedes llegar con una barca (tus experiencias) pero ¿también puedes llegar caminando (con mi Palabra)?".

Puedes llegar con tu experiencia, con todo lo que conoces, pero Jesús te dice: también puedes llegar, aunque no sepas como es esto, si me tienes a mí.

Yo quiero que llegues dice Dios.

No serán tus experiencias, tus formas, yo haré que llegues.

Me imagino a todos los discípulos decir: "Pedro, tú sabes del mar, sácanos de aquí, que hay una gran tormenta” y Pedro dice: “Esto es nuevo para mí también”.

Ni Pedro sabía qué hacer, solo Jesús sabe qué hacer, y Él es todo lo que necesitamos.

Puede que ahora estés preocupado porque no sabes qué hacer, todo está oscuro o no sabes qué decisión tomar, pero Jesús está llegando y está transformando todo lo que conoces.

Vas a llegar. Él está en tu barca.

Él se encarga, confía.