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LA RESURRECCION.

Salmos 23:6 “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa de Jehová moraré por largos días". El Salmo 23 transmite muchos conceptos de alto valor para la vida de todo cristiano. Durante los últimos tres días hemos meditado sobre el descanso que hallamos en Jesús como Buen Pastor, descansar en Él de aflicciones, de angustias y de ansiedad en medio de una sociedad en la que recibimos mucha presión y suenan muchas voces que no son la del Buen Pastor. Hemos meditado sobre la oportunidad que tenemos de ser renovados, ser libres y restaurados por el Buen Pastor que cuida, sustenta y anima a Sus ovejas. Pero la idea final con la que concluye el salmista encierra el motivo real de poder ver en Jesús a ese Buen Pastor, es decir, al concepto de LA CONFIANZA que debemos desarrollar en Él. Confianza no solo es Fe, es esa parte en la que ponemos todo nuestro ser, y nos abandonamos a la idea de soltarnos por completo a los brazos del Buen Pastor, porque en sus brazos tenemos seguridad, tenemos paz, tenemos sustento, tenemos protección, ¡lo tenemos todo! “Tu bondad e inagotable generosidad me acompañarán toda la vida, y después viviré en tu casa para siempre”. El enfoque está en una sólida idea de seguridad, de confianza y de certeza de que tenemos la compañía del Buen Pastor en nuestra vida ahora mismo sí, pero también por la eternidad.

El Buen Pastor Jesús prometió estar SIEMPRE con nosotros, pero también prometió ir a preparar un lugar para nosotros en el que estaremos con Él para siempre. Y, este lugar es la vida eterna, es el triunfo de la resurrección, es el principio de una promesa que hoy nos sostiene, y que hoy nos anima a seguir en la senda de Sus palabras que están impregnadas de esa verdad dicha por Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, ¡aunque esté muerto vivirá”.

El Buen Pastor, su vida da por las Ovejas, nuestro Buen Pastor Jesús, dio Su vida por nosotros y con ello cumplió el perfecto plan de Dios descrito por el profeta Isaías, cuando anuncio los sufrimientos del siervo de Dios, Jesús el Buen Pastor; quien padeció a causa de nuestros pecados y habiendo sufrido el agravio, arrebató para siempre el poder de la muerte y ganó la vida para la redención de todo aquel que ponga en Él toda su confianza. Pues con Su RESURRECCION, nos dio vida juntamente con Él, vida que no solo es una promesa para Sus ovejas, sino una gloriosa realidad ganada por Cristo Jesús para darnos confianza de trascender junto a Él en esta vida y en la vida eterna. Cristo Jesús murió y al tercer día resucitó y al levantarse de la muerte, venció a la muerte y al pecado y con ello nos dio vida juntamente con Él. Creer en esta verdad es lo que encierra la seguridad del salmista al declarar: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa de Jehová moraré por largos días".

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:

¿Crees que Jesús puede ser tu Buen Pastor?

¿Confías plenamente en Su protección, Su provisión, Su amor por ti?

¿Crees que Jesús está contigo y te guiará más allá de la muerte?

ORACIÓN:

Jesús, gracias por ser mi Buen Pastor, ayúdame a confiar por completo en ti, Tu tienes el poder para protegerme, sustentarme y guiarme en esta vida y aun en la venidera. Gracias por hacerme una oveja de tu redil.