Providencia divinaMuestra

La mujer que descubrió la providencia divina

Estamos cerca de terminar, y quiero cerrar con una historia; sucedió hace mucho tiempo. Se trata de una mujer que no conocía a Cristo; contrajo matrimonio y, como todo matrimonio, deseaba tener un niño. En esa búsqueda, pasaron los días; luego meses, y así esperaron durante muchos años.

Buscaron soluciones por medio de la ciencia médica y la alternativa, pero solo fueron de una promesa vacía a otra, incluyendo la esperanza que ofrecían algunas personas que teóricamente tenían el poder para realizar el milagro, el cual nunca sucedía.

El diagnóstico médico era contundente, ella nunca podría quedar embarazada por tener el cuello de útero atrofiado y las trompas tapadas.

Luego de 12 años, se cansaron de luchar, abandonaron la búsqueda del tan ansiado milagro. Sentada en su patio en una noche como otras, a lo lejos, escuchaba a una persona hablando por un altavoz. La voz provenía del predicador de aquel culto evangélico, la frase del predicador “que para Dios no había nada imposible” produjo un impacto en ella, hasta esa noche no creía en el Señor, pero en un acto de fe decidió creerle a Jesús y en confianza entregarle su situación, esa misma noche su corazón se llenó de paz y gozo. Con fe, tocó su vientre orando a Dios para que hiciera el milagro.

Esa oración, aparentemente, se perdió en el tiempo. ¿Quieres saber cómo termina esta historia? Te invito a leer la última parte mañana.