Una Casa FirmeMuestra

Piso seguro

Caminar sobre una cuerda floja es un acto valiente pero peligroso. Algunos han encontrado la muerte delante de muchos espectadores, que aplaudieron su valentía para luego quedar sobrecogidos por su trágico final. A veces, hay circunstancias en la vida en las que nos parece que caminamos sobre una cuerda floja. Ocurren situaciones en las que parece que el piso se nos mueve y hacemos malabares tratando de permanecer de pie.

En algunos casos, ese estado de inestabilidad y vacilación, se ha producido por malas decisiones y torpezas cometidas que tambalean los cimientos debajo de los pies. Una imagen que nos ayuda a entender el peligro de la inestabilidad, es la de Pedro caminando feliz sobre las aguas hasta que dejó de mirar a Jesús y fijó sus ojos en las aguas turbulentas sobre las cuales andaba.

Jesús le autorizó a ir a donde Él y eso era más que suficiente. Cuando se hundió en las aguas reveló para todos nosotros lo que ocurre cuando desviamos nuestra mirada del Señor. El piso se tambalea, los pies resbalan, el temor nos sobrecoge, caminamos sobre la cuerda floja.

Cuando el salmista dijo que Dios le sacó del pozo cenagoso y puso sus pies sobre la roca, expresó lo que ocurre cuando nuestra vida descansa en el piso firme y seguro de la roca que es Cristo. “Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable" Is. 28:16.

Cimiento estable, roca firme, fundamento puesto por Dios que nos garantiza firmeza para nuestras vidas. Por tanto, es importante que nos miremos a nosotros mismos para saber cuál es nuestro fundamento, sobré qué estamos parados. Porque el mundo tiene mil fundamentos diferentes cuya única garantía es la que ofrece la casa que se ha edificado sobre la arena.

Por eso, la turbación, los suicidios, la desesperanza, la ruina del alma. Pablo dijo: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo" 1 Cor. 3:11. Es triste ver las vidas, engañadas por el enemigo, las cuales siguen tratando de cruzar este mundo sobre una cuerda floja, cuando hay una roca viva y firme sobre la cual pueden caminar confiadamente.

“Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados" Fil. 4:1.