Dependencia en el plan de Dios

¿Cuál era la misión de Jesús?

Levantarse y tomar los reinos por herencia (Salmos 82:8).

¿Y si tomara un atajo? ¿Importaría mucho? Jesús podría llegar a pensar que el fin justifica los medios.

Una vez más, Jesús cita la escritura. Esta vez de Deuteronomio 6:13.

En Deuteronomio, Dios quería remarcar al pueblo de Israel de que Él les llamó de Egipto, y que les iba a entregar la tierra -- su protección, seguridad y victoria no iba a venir a través de otros dioses. De la misma manera, el Dios que llamó a Jesús al desierto iba a entregarle los reinos de la tierra.

No había necesidad de atajo. Es más, el desierto formó a Israel, reveló lo que tenían en su corazón. La prueba, la espera, era parte de la bendición de Dios, aunque no lo podían ver. Esto es justamente lo que vimos en Santiago 1:2 el primer día.

Esta tentación de Jesús tiene un paralelo con David. El diablo estaba enfrentando a Jesús con la pregunta: “¿Qué tipo de rey vas a ser?”.

David donde tuvo la oportunidad de salir del desierto como un rey victorioso. Solo tenía que hacer algo que todos reconocían como normal: matar al rey actual, y proclamarse el nuevo rey.

Pero David rehusó hacer algo que le podría a él en el centro. Lo que Dios comenzó de esa manera lo iba a completar. Dios no necesitaba ayuda de David.

David no tenía que hacer lo malo para que venga lo bueno.

Nosotros no podemos creer que vamos a lograr algo bueno que honre a Dios alejado de una relación de dependencia de Él.

A veces queremos atajos, buscamos la manera “sencilla” de hacer las cosas: queremos un reino sin cruz. Transformación sin una operación.

El reino de Dios era un reino al revés, donde la victoria iba a llegar por medio de la "derrota" de la cruz, y dónde el poder se alcanza a través de la vulnerabilidad.

Jesús finalmente le dice a Satanás “VETE”.

Todo esto se trata de dependencia: reconocer que no puedes resistir la tentación por tu cuenta. Reconocer que el Dios que te permite resistir la tentación te restaura aún después de que accedas a la tentación. Es la misma actitud de dependencia que necesitas para volver a Él.

Al final de Mateo, podemos ver que Jesús resistió la tentación, atravesó la prueba de la cruz, y Dios entregó a Jesús toda autoridad en el cielo y en la tierra.

Preguntas de Reflexión

• ¿Cuáles son algunos “atajos” que estás siendo tentado a tomar?
• ¿De qué manera la prosperidad te invita a olvidarte de Dios?
• ¿Cuáles son algunas pruebas por las cuales puedes agradecer a Dios?