El Corazón De La SabiduríaMuestra

El momento adecuado para la sabiduría

Puede que anhelemos la sabiduría de Dios, pero a menudo dudamos atar la Palabra de Dios a nuestro corazón. La sabiduría no es algo que se adquiere al vuelo. Debe adquirirse antes de que realmente necesitemos alcanzarla, acceder a ella. Por eso debemos buscar la sabiduría orando diariamente por ella y saturando nuestras vidas de ella. Muchas personas no están preparadas porque no están dispuestas a dedicar el tiempo necesario hoy para adquirir la sabiduría que necesitarán mañana.

Del mismo modo que nos abastecemos de comida antes de la tormenta, para poder buscar después en la despensa y tomar lo que necesitemos, la sabiduría debe almacenarse en nuestro interior para poder acceder a ella fácilmente cuando llegue la dificultad. De ese modo, estaremos preparados cuando tengamos que afrontar una crisis. Vendrán tiempos difíciles; Dios quiere que estemos preparados para afrontarlos. El rey Salomón meditó y escribió palabras eternas de instrucción y guía, y Dios aumentó la sabiduría de Salomón.

Un sábado por la noche, mientras ultimaba mi sermón para el servicio matutino del domingo siguiente, me di cuenta de que me había quedado sin papel para imprimir. Sin estar preparado, tuve que salir corriendo a comprar una resma para estar listo a la mañana siguiente. Una cosa es necesitar papel para imprimir y no tenerlo; otra muy distinta es necesitar sabiduría para criar bien a los hijos cuando llega la crisis. Una cosa es necesitar papel y otra tener que decidir entre el pecado o la justicia. La falta de papel es sólo un inconveniente. Pero una falta de sabiduría, de modo que no comprendamos la dirección de Dios para nuestras vidas... eso es grave. Por eso debemos obtener sabiduría antes de necesitarla y tenerla preparada en el corazón para utilizarla cuando la necesitemos.

¿Qué haces hoy para preparar tu corazón y tu espíritu para las tormentas del mañana? Hoy es el momento de adquirir sabiduría. Cada día es el día de buscar al Señor y escudriñar su Palabra en busca de respuestas para nuestras preguntas y nuestros dilemas morales. Cuando atamos la sabiduría de Dios a nuestro corazón, nos estamos equipando para los días malos. No podemos permitir que nos encuentren desprevenidos.