El Corazón De La SabiduríaMuestra

Desear la Sabiduría

No se puede hablar de sabiduría sin mencionar al rey Salomón o el libro de Proverbios. La palabra sabiduría se encuentra 52 veces sólo en Proverbios. La Biblia equipara la sabiduría a la plata y el oro preciosos; como ellos, la sabiduría no se encuentra fácilmente y hay que buscarla constantemente.

Pero ¿de dónde sacó Salomón su sabiduría? Desde el principio, el rey Salomón mostró tener hambre de sabiduría para actuar con justicia al gobernar a su pueblo. Comprendió, muy pronto, que nada más importaba sin la sabiduría. Nacido como heredero de un gran reino, tenía riquezas, reputación y poder. Pero comprendió que todo eso podía perderse si no adquiría lo que más necesitaba: la sabiduría.

Una noche, mientras descansaba, Dios le preguntó: «¿Qué quieres?». Dios conoce el corazón humano. Sabe que la gente tiene hambre de tres necesidades básicas: larga vida, riquezas y venganza (victoria sobre sus enemigos). Y la respuesta de Salomón agradó a Dios; el corazón del joven Salomón estaba orientado en la dirección correcta. Como el corazón de Salomón estaba dispuesto a procurar sabiduría y no a todas esas otras cosas que tanto ansía la humanidad, la respuesta de Dios fue que le daría al rey Salomón sabiduría y mucho más.

Al igual que Jesús nos enseñó a buscar primero el reino de Dios, el rey Salomón sabía que, si encontraba la sabiduría, tendría todo lo que necesitaba para triunfar como gobernante justo. Más que el poder, la riqueza o una larga vida, adquirir la sabiduría de Dios debería encabezar nuestra lista de prioridades. Así pues, cuando Dios nos haga esta pregunta: «¿Qué quieres?», deberíamos responder con reflexión, pidiendo sabiduría.