¡Tú, Reverdece!Muestra
Mentalidad de esclavo
La parábola del hijo pródigo, que encontramos en Lucas 15:11-32, es una de las más comunes dentro de los círculos religiosos. Muchas personas la saben de memoria, pero pocos entienden el verdadero mensaje detrás de esta enseñanza. En ella se habla de dos hijos, pero si vemos más allá, podemos además encontrar dos actitudes y dos mentalidades.
La palabra mentalidad se define como el conjunto de creencias y costumbres que conforman el modo de pensar, enjuiciar la realidad y el actuar de un individuo.
En esta parábola vemos que la primera mentalidad, la del hijo mayor, era una mentalidad de esclavo y de jornalero. Él nunca entendió que, en todo momento, estando en la casa de su padre, también era heredero como su hermano. Esta falta de entendimiento hizo que, a pesar de ser hijo, se sintiera como un siervo o un esclavo.
Hay actitudes, obstáculos y ataduras mentales en nuestra vida que pueden limitar e impedir la vida y el reverdecer de Dios en nosotros. Esto ocurre cuando tenemos la actitud del hijo mayor; cuando nos sentimos como siervos, en vez de actuar como hijos.
Cuando piensas de este modo, fluyes en una actitud y un espíritu de competencia, crees que debes hacer muchas cosas para ganar puntos, cuando en realidad ya fue Jesucristo quien ganó, por ti y por mí, el premio mayor de la salvación y el perdón de nuestros pecados, al morir y resucitar en la cruz del Calvario.
Por ende, cuando actúas con la mentalidad de esclavo y de jornalero, no sabes quién eres en realidad, ni sabes obedecer, honrar y ser agradecido con Dios y con los demás. Demuestras que tu identidad no está clara, que no te consideras un hijo real y genuino del Reino de Dios, ignorando que la Palabra que dice que fuimos hechos hijos por voluntad divin (Juan 1:12).
La gracia de Dios es un regalo que no merecíamos. Ella es la que abre la puerta para acercarnos al Padre y relacionarnos con Él. Por lo que, fue esa gracia la que abrió la puerta del perdón y de la restauración para el hijo pródigo, pues él tuvo que enfrentar su pasado, y soltar su orgullo, para decidir regresar a casa.
Por eso, para reverdecer debemos cambiar nuestra mentalidad de esclavo y jornalero a la de hijo del Reino y heredero. Necesitamos comprender que debemos aprender a obedecer a Dios y sus instrucciones, que muchas veces se traducen en perdonar, soltar y olvidar el pasado para nacer a una nueva vida del espíritu.
Reflexiona:
En tu momento de intimidad con Dios, toma un lápiz y un papel. Comienza a responder cada pregunta y permite que Él, por Su Espíritu Santo, susurre a tu corazón Su respuesta para ti.
- ¿Qué pensamientos o errores del pasado te han limitado?
- ¿Qué dice Dios en su Palabra acerca del perdón y del pasado?
- ¿Qué actitud entiendes que debes dejar atrás?
- ¿Te consideras un esclavo o un hijo de Dios?
Acerca de este Plan
La gracia de Dios sobre nuestras vidas es la única que nos hace reverdecer. Cambia nuestra identidad, nos hace herederos en Dios y partícipes de la vida eterna en Cristo Jesús. Por medio de este plan devocional, verás cómo Dios quiere que reverdezcas en cada proceso, estación, y temporada de tu vida. ¡Prepárate para reverdecer!
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Nos gustaría agradecer a Naiza Chinea Aponte por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/naysalynn/