La mente sana es: No negociar con el enemigo.

Podemos ver en Génesis 3:1-5 como Eva fue seducida en su mente, ella conocía las reglas de Dios. Pero Satanás fue a su mente y torció lo que ella sabía para que la obedeciera a él y desobedeciera a Dios. Es importante darnos cuenta que la frase que usa es: ¿CONQUE DIOS TE DIJO..?, la misma pone en duda la palabra de Dios en Eva.

Eva le creyó a la serpiente (Satanás) tomó esa idea como suya, comió del árbol e indujo a comer también a Adán.

Cuando desestimamos la astucia del enemigo sobre nosotros, podemos estar en peligro. Si logramos quitar del pensamiento la invitación del enemigo habremos ganado la batalla sin pelear.