PRINCIPOS DE LIDERAZGOMuestra

El principio de capacitación.

Éxodo 18: 25 NVI

25 Escogió entre todos los israelitas hombres capaces, y los puso al frente de los israelitas como jefes de mil, cien, cincuenta y diez personas

Si tomamos 4 versiones de la Biblia, RVR 60, NVI, NTV, O RVC. La mayoría de las versiones coinciden en la misma traducción en la palabra capaz.

Moisés eligió personas capaces, gente que tenga la capacidad para hacer una tarea. No escogió amigos, tampoco personas que conocía de hace tiempo.

Por mucho tiempo se enseñó en la Iglesia que cualquiera podía servir en el liderazgo. Esto no es así. El Señor ama a sus ovejas y no se las entrega a cualquiera. En la carta del Apóstol Pablo a Timoteo están algunos de los requisitos. Sin embargo, nosotros debemos seleccionar personas para diferentes tareas. Eso sucede en el trabajo, en la casa, en el ministerio o en una sociedad. Si se rompe una canilla no llamamos a un pintor. Si se rompe una silla de madera, no llamo a un gasista. ¿Por qué no hago lo mismo en los procesos de elección en la Iglesia? Por conveniencia. Cuando un líder hace una mala selección es por una conveniencia personal.

Moisés debía solucionar un problema que tenía el pueblo. Para esa tarea necesitaba personas capaces. Con sentido común, equilibrados, en otra versión dice: “respetables”. No solo es importante la capacidad sino que respeten a la gente. Estas personas debían escuchar problemas que no debían divulgar, por eso debían ser respetables.

Hace unos años visitamos una Iglesia en el interior de Argentina. Las personas nos preguntaban si la consejería que recibían sería secreta. Porque los líderes anteriores habían divulgado conversaciones íntimas de las personas del lugar. Es necesario respetar para ser respetados. Se les dijo que el secreto de confesión jamas debe romperse y cada persona que fue ministrada fue liberada, en el nombre de Jesús, aquellos días.

¿Nos estamos capacitando para desarrollar la tarea que Jesús nos encomienda? ¿Somos respetables y respetamos? Es importante que tengamos en cuenta el principio de la capacitación. Si no cumplimos con este principio estaremos demostrando lo contrario, incapacidad. Debemos ser aptos para ser designados capaces y debemos saber elegir a personas con la capacidad específica en la tarea específica.

El principio de la capacitación hace que cada persona ocupe su lugar en el cuerpo de Cristo. En una sociedad, las personas estudian para desarrollarse en áreas específicas, abogados, médicos, contadores; son elegidos, muchas veces, porque son capaces. Implementar este principio nos ayuda a crecer.