Unos a otrosMuestra

Las cargas y la oración

Este es el último día y aunque no hemos visto los 100 versículos en la Biblia que tratan de los “unos a otros”, hemos visto muchos versículos que nos animan al amor, a la unidad y al servicio. En español son tres palabras, pero en griego es solo una: ἀλλήλων (Allélón).

Cuando un hermano está pasando por una prueba difícil, nuestro deber y privilegio como cristianos es ayudarle a llevar esa carga. Si nos imagináramos algo muy pesado que es difícil de levantar y de llevar o que quizás pudiera aplastar al que lo lleva, nosotros nos pondríamos a su lado para llevar parte de esa carga.

Hay veces que una persona lleva la carga sola porque no quiere compartir por lo que está pasando. Puede ser por vergüenza o porque les han enseñado que cada uno se tiene que arreglar la vida, pero la Palabra dice que somos un cuerpo y nos necesitamos. No hay que airear los trapos sucios con todo el mundo, pero sí buscar un hermano o hermana con madurez cristiana de confianza y permitir que lleven contigo esa carga.

Podemos llevar la carga de personas conocidas y de desconocidas, como la Iglesia perseguida por todo el mundo. Llevamos la carga orando y dando para que tengan sus necesidades cubiertas.

La iglesia de Antioquía es un ejemplo, ellos llevaron la carga de otros.

En Hechos 11:27-30 relata que la iglesia se enteró de la hambruna que iba a sufrir Judea. Aunque no los conocían personalmente, tomaron la carga y recogieron una ofrenda grande. Seguramente no cubrieron toda la necesidad que había, pero al menos aliviaron dicha carga.

¿Cómo puedes aplicar esta enseñanza a tu vida?

• Nunca sabrás cuánto significa una visita o llamada que hagas, ni el regalo que compras, el mensaje que mandas o la nota que escribas para aliviar la carga de tu hermano.
• Hoy mismo haz algo para levantar la carga que lleva un miembro de tu iglesia.

Petición de oración:

• Casi nunca podemos solucionar el problema de otra persona, pero sí podemos con la ayuda del Espíritu Santo hacerles saber y sentir que no están solos.

Salmo del día

En Dios solamente espera en silencio mi alma; de Él viene mi salvación. Solo Él es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido. ¿Hasta cuándo atacaréis a un hombre, vosotros todos, para derribarlo, como pared inclinada, como cerca que se tambalea? Solamente consultan para derribarlo de su eminencia; en la falsedad se deleitan; bendicen con la boca, pero por dentro maldicen. Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de Él viene mi esperanza. Solo Él es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido. En Dios descansan mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. Confiad en Él en todo tiempo, oh pueblo; derramad vuestro corazón delante de Él; Dios es nuestro refugio.

Salmo 62:1-8