En SilencioMuestra

Sabemos que la escritura nos relata que Dios permaneció en silencio ante varios hombres de la Biblia como David. Podemos apreciar como el Salmista le clamaba a Dios para que no hiciera oídos sordos ante su clamor y no permaneciera en cierre su voz.

"A ti clamo, oh SEÑOR; roca mía, no seas sordo para conmigo, no sea que si guardas silencio hacia mí, venga a ser semejante a los que descienden a la fosa" (Salmos 28:1).

Es una manera desesperada dónde David pide que no haya silencio. Pero nosotros conocemos que los silencios de Dios son de acuerdo a lo que podamos estar experimentando y que es lo que Él quiere reforzar en nuestras vidas, corazones y nuestro espíritu. Es más que claro que siempre será de gran bendición para nuestras vidas porque nos acercamos más hacia Aquel que ha dado Su vida en la cruz por nosotros por amor. Nosotros no lo merecíamos, no lo merecemos, pero aún así dice presente incluso en medio de ese silencio. Aunque Dios hizo varios silencios con David sabemos que ese hombre era conforme al corazón de Dios. Era un hombre que reconocía cuando hacia lo incorrecto y se humillaba. Buscaba en muchas ocasiones en silencio acercarse al Padre y poder entregarle su arrepentimiento y de esa manera comenzar de nuevo.

Aleluya, por Aquel que me redime en cada faceta y en cada momento de mi vida para crecer más y poder permanecer de pie. Donde encuentro a profundidad cuanto quiere que le conozca y sobre todo en medio de ese silencio pueda identificar la relación que quiere mantener conmigo. Gracias mi Dios porque eres tan fiel y verdadero que mis oraciones, mis lágrimas y mi clamor no caen en un silencio vacío sino en el SILENCIO de TU PRESENCIA.