Dios Te Da Su ArmaduraMuestra

LA VERDAD, LA JUSTICIA Y EL EVANGELIO.

“Estén, pues, firmes, ceñida su cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con la preparación para anunciar el evangelio de la paz” (Efe. 6:14-15 NBLA).

El cinturón de la verdad.

Un cinturón es un elemento importante para la armadura de los soldados. Es lo que sujeta su vestuario. Partiendo de eso, la verdad es lo que sujeta el testimonio del cristiano.

La verdad es una llave que abre dos puertas: una conduce a la libertad, y otra al rechazo de la gente. Jesús (la verdad encarnada) fue rechazado.“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Jn. 1:11 RV1960). Todo provocado por decir y ser la verdad. ¿Cuánto más a nosotros que somos Sus seguidores? Muchos “cristianos” prefieren estar mal por caer bien al mundo, que caer mal al mundo por estar bien con Dios.

Independientemente de los desafíos que puede vivir alguien que viva conforme a la verdad, aunque el mundo esté en contra suya, es libre. Jesucristo nos da la libertad que necesitamos. La mayoría no siempre puede tener la razón y estar bien. En la actualidad, vivimos en un mundo lleno de falsedades. Hombres y mujeres infieles a sus seres queridos, pobres aparentando ser “ricos”, estudiantes que hacen trampa en los exámenes para después volverse profesionales mediocres, etc. Pero nadie se interesa por decir la verdad. Tenemos que llevar la verdad que es Cristo dentro y fuera de tiempo. No llegamos a la iglesia solo para sentarnos en los bancos a ver un programa sabático, sino que decidimos seguir a Jesús porque deseamos compartir lo que Él ha hecho por nosotros a todo el mundo y queremos ser ejemplo para los demás. Para que eso suceda, debemos tener la verdad plasmada en nuestra mente.

La coraza de justicia.

La coraza era una especie chaleco de cuero o de metal que protegía la parte superior del cuerpo. ¿Qué relación hay entre una coraza y la justicia? Por cuanto la justicia o la santidad es una característica tan distintiva de Dios mismo, no es difícil entender por qué es la protección principal de un cristiano contra Satanás y sus asechanzas.

Calzados para anunciar el Evangelio.

De manera más contextualizada, los soldados solían ponerse botas con clavos que les permitían aferrarse al suelo durante el combate. El Evangelio de la gracia divina que predicamos es otorgado por Cristo. Él nos envía a predicar, pero también va con nosotros y nos cuida. Esos son los clavos (confianza) que permiten que nuestras botas estén firmes en cualquier camino.

Como cristianos, estamos llamados a tener un testimonio verdadero y ser justos con los demás. También somos llamados a llevar el Evangelio a todo el mundo, pero las dificultades prueban la realidad de lo que en sí somos o pretendemos ser. En el mundo tendremos aflicciones, pero Él nos prometió que estará con nosotros. ¿Crees que podrás anunciar el Evangelio con un testimonio tan verdadero como la existencia del oxígeno en la tierra a pesar de los procesos? No olvides que Dios espera eso de ti.