[Grandes versos] La revelación de Cristo Jesus 2Muestra

Tu acusador ha sido vencido

«Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche» (Apocalipsis 12:10).

En «Mero Cristianismo» (Mere Christianity), C.S.Lewis explica esta realidad espiritual:

«Una de las cosas que me sorprendió cuando leí por primera vez el NuevoTestamento seriamente fue que hablaba mucho sobre un Poder Oscuro en el universo, un poderoso espíritu maligno que se consideraba el Poder detrás de la muerte, la enfermedad y el pecado. La diferencia es que el cristianismo piensa que este Poder Oscuro fue creado por Dios y fue bueno cuando fue creado, pero resultó mal. El cristianismo está de acuerdo...este es un universo en guerra».

El escritor Frederick Buechner tiene una advertencia similar en «El Viaje Sagrado: Una memoria de los primeros días» (A Sacred Journey: A Memoir of Early Days):

«La realidad puede ser dura y nublas tu vista a ella solo bajo tu propio riesgo, porque si no te enfrentas al enemigo en todo su poder oscuro, entonces el enemigo vendrá por atrás algún día oscuro y te destruirá mientras estás mirando hacia otro lado».

Lo más preciso, John Eldredge advierte en «El Despertar de los Muertos» (Waking the Dead):

«Vivir en la ignorancia de la guerra espiritual es lo más ingenuo y peligroso que podemos hacer».

Una de las estrategias de Satanás es la acusación. De hecho, en Apocalipsis 12:10, se le llama «el acusador de nuestros hermanos». La actividad característica de Satanás es acusarnos y condenarnos. ¿Cuántos cristianos han sido totalmente derrotados y desanimados porque escucharon las acusaciones de Satanás en lugar de escuchar la voz de Dios? Dios nos dice: «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús» (Romanos 8:1), y «Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones» (Salmos 103:12).

¿Cuántos cristianos se han acobardado por el miedo y la culpa porque escucharon las nefastas mentiras de Satanás? No lo hagas. Mantente firme contra el enemigo. Mantente firme en la fuerza de Cristo y reclama las promesas de la Palabra de Dios. Descansa en la gracia de Cristo Jesús, la gracia que es más grande que todo tu pecado.