Ídolos: “La enfermedad”

La enfermedad es un estado en el cual sabemos que nuestro cuerpo no tiene un normal comportamiento y dónde existe un deterioro de la salud. Así mismo es cuando nos enfermamos espiritualmente, poco a poco se deterioran nuestros signos vitales. En este caso serían:

1. Nuestras ganas de orar.

2. Nuestras ganas de adorar.

3. Nuestras ganas de congregarnos en la iglesia.

4. Nuestras ganas de ayunar.

Entre muchas otras alarmas que podemos tener espiritualmente para evaluar si estamos o no enfermos.

Recuerda siempre que muchas o la mayoría de las cosas que pasan en este mundo son espirituales. Dice Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". Tenemos lucha espiritual y es una parte que la mayoría de nosotros descuidamos y ahí es cuando el enemigo empieza a ver una puerta abierta para atacarte y deteriorar tu salud (Tu relación con Dios) y allí es cuando empezamos a padecer de esta frialdad espiritual en la que no queremos tener nada que ver con los puntos que antes te mencioné.

Cuando el enemigo ya logra cruzar una puerta que tú mismo le abriste ahí es donde va a empezar a querer matarte de a poco. Comienza de manera sutil pero cada vez empeora. Al igual que un cáncer, te va deteriorando por dentro de manera silenciosa, hasta que pueda ser demasiado tarde… Quiero que entendamos de qué manera podemos estar alertas. Dice 1 Pedro 5:8-9: “¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar” . Tenemos que mantenernos firmes en oración y en nuestra fe, en ocasiones te tendrás que obligar, obligar a tu carne a someterse a la obediencia de Cristo Jesús, como dice 2 Corintios 10:5.

El estar alerta consiste en ver y analizar de manera espiritual, las actividades que estás haciendo, pensamientos que estas teniendo o palabras que día a día estás diciendo. Ejemplo una de las áreas en la que el enemigo me atacaba, era a través de las imágenes o los famosos TikToks que estaban relacionados con la pornografía o lujuria, ¡la cual me llevaban a entrar en un estado de “resistencia” a consumir este contenido cuando lo que tenía que hacer era huir! No resistir, pero como ya había abierto una puerta al enemigo, él empezaba con cosas muy sutiles a atacar la mente, hasta un punto en el que entramos a lo que yo llamo, (CEGUERA ESPIRITUAL). No ves una actividad pecaminosa como potencialmente peligrosa, porque tienes una venda en tus ojos, y después de que cometes el pecado, el enemigo se encarga de culparte y hacer que sientas que no puedes regresar… y es este el punto al cual quiero llegar. En ese punto ya estamos enfermos, pero Satanás quiere que esa enfermedad sea letal y que no te vuelvas a acercar a tu Padre para así poderte matar... Como dice 1 Corintios 6:18: “¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo”. Podemos ver muchas otras formas de enfermedades espirituales: La drogas, las bebidas alcohólicas, la música que escuchas, la fornicación, las mentiras, la idolatría y muchas más. El área que más esta atacando el diablo en estas épocas sin duda es el área sexual de nosotros los jóvenes, porque el enemigo sabe que la carne es débil. Todo lo que escuchas, ves y consumes es lo que hace que tu espíritu o bien se fortalezca o se enferme, es tu decisión.

Quiero animarte que, si estás padeciendo alguna de estas enfermedades, te animes a contársela a alguno de tus pastores, lideres, familia o hermanos en la fe, preferiblemente de tu mismo género. Allí es cuando empezamos a buscar la receta para no enfermarnos, en aquellas personas que saben que Jesús tiene la cur. Bajo esa autoridad espiritual que Dios dispuso, todo a la luz pierde su poder, el pecado pierde su poder sobre tu vida cuando buscamos ayuda en nuestro Padre y en nuestros lideres. Allí podemos encontrar un camino más fácil para no descuidar los 4 signos vitales que tenemos como creyentes.

¡Tú puedes! Ve confiado al trono de la gracia, Dios te ama.

Con amor Cris.