[Rut] Regresa a la relación de pactoMuestra

Puntos de vista contrapuestos

Noemí se quedó sin marido, sin hijos y sólo con dos nueras moabitas. Al examinar su vida, llegó a la conclusión de que Dios no se preocupaba por ella y le dirigió duros golpes. ¿Te has sentido alguna vez así?

Noemí se enteró de que el Señor había traído pan a Belén, así que se levantó para volver y sus nueras la acompañaron. Extrañada, Noemí suplicó a Orfa y a Rut que volvieran con sus familias. Sin embargo, mientras Orfa regresaba a Moab, Rut hizo un hermoso voto de compromiso de no separarse nunca del lado de Noemí.

Hay muchas diferencias entre lo que vio Rut y lo que vio Noemí. Noemí quería volver porque quería comida, pero Rut quería a Dios. Mientras que su suegra había perdido la fe y se había alejado de Dios, Rut se acercó a Él.

También podemos ver un contraste en cómo las mujeres de Belén estaban entusiasmadas con el regreso de Noemí, pero ella no estaba entusiasmada. Llegó a decir: «Salí LLENA, pero el Señor me hizo volver VACÍA».

¿Pero quién estaba a su lado? Había perdido la perspectiva, así que no podía ver la bendición de tener a Rut a su lado. Noemí no reconoció lo que Dios había hecho por ella a través de Rut. Al contrario, ¡pensó que Dios tenía la culpa! Noemí estaba afectada con una actitud de «todo para mí», que la hacía ajena a todo lo que el Señor había estado haciendo por ellas.

¿Qué había proporcionado Dios a Noemí? A su nuera Rut, un hogar, nuevas bendiciones, comida amigos y a Él mismo.

¿Qué había proporcionado Dios a Rut?A su suegra Noemí, un nuevo hogar, la bendición del pacto, comida, familia y a Él mismo.

El deseo de Dios es bendecir abundantemente. Noemí sólo había regresado físicamente, no espiritualmente, pero Dios empezó a bendecirla incluso al principio de su regreso.

Es hora de cambiar nuestra perspectiva. Aunque nos hayamos quedado VACÍOS, con Dios lo tenemos TODO. Mira a tu alrededor. Tu bendición podría estar a tu lado ¡y ni siquiera te has dado cuenta!

El propósito de Dios para nuestro regreso es que estemos cerca y conectados con Él, porque Él es bueno y la fuente de toda vida, amor y gracia. Su deseo es bendecirnos abundantemente de formas que nunca esperamos. ¡Incluso nos dio a Su Hijo, Jesucristo, para que podamos volver a estar cerca y conectados con Dios a través de Él!

Jesús es nuestra provisión para la vida y la eternidad, y nos invita a volver a casa.

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