[Rut] Regresa a la relación de pactoMuestra

Vuelve a mí

Todos cometemos errores. Y esos errores tienen consecuencias. En el caso de Noemí, había cometido un error tras otro:

Había dejado el lugar donde debía permanecer y se alejó de Dios, yendo a donde NO debía ir.

Dejó que sus hijos se casaran con moabitas.

Finalmente, se encontró sin marido, sin hijos ni comida, en una tierra extranjera donde otros servían a un dios extranjero.

Después de todo esto, se quedó sin nada más que dos nueras moabitas. Noemí tomó entonces su mejor decisión: VOLVER.

Volver, en hebreo, significa: «Dar la vuelta, ir en otra dirección, cambiar de pensamiento». Tiene el mismo significado que la palabra del Nuevo Testamento traducida como «Arrepentimiento», lo que significa que el deseo de Dios para nosotros se resume en la palabra VOLVER.

Cuando Noemí decidió volver, ¿qué apareció en la tierra? El pan. Al elegir volver, Dios, el Guardián del Pacto, cambió las circunstancias incluso antes de que ella regresara.

¿Oyes? Dios está llamando. VOLVER AL SEÑOR, volver a la tierra, volver a la bendición.

Cuando éramos niños y desobedecíamos a nuestros padres, el último lugar al que queríamos ir era con ellos. Desde una perspectiva humana, entendemos que Noemí no quisiera volver. Sin embargo, ¿qué nos llama a hacer Dios? Nos llama a volver.

Dice: «Conmigo hay bendición, gracia y perdón. No puedes tener eso si te alejas de mí. Vuelve a la alianza, cambia de dirección, cambia de opinión, vuelve».

Cuando Noemí expresa su deseo de regresar, Dios la redirige hacia Su bondad a un lugar de descanso, incluyendo a sus nueras. Todas ellas responden al llamado de Dios para volver, llenas de la misma esperanza que Noemí. Sin embargo, Rut reaccionó con un deseo más fuerte de aferrarse y apegarse a Noemí pasara lo que pasara.

¿Cuántas veces hemos culpado a Dios de nuestros errores cuando nos hemos alejado de Él hacia el basurero?

Cuando volvemos a Dios, volvemos a Su misericordia, a Su amor leal y a Su bondad. Es en Él donde encontramos el descanso y la paz. Sólo en la casa de nuestro Padre encontramos la vida.

¿Qué recomendamos a las personas cuando nos cuentan que están perdidas, quebrantadas, tristes y desesperadas? ¿Un libro, una película, una persona, un médico, un viaje, una fiesta o una droga? Cuando Jesús dijo que había venido a darnos vida en abundancia, lo decía en serio. Es a Él a quien debemos dirigirnos.

Sólo en Jesús podemos encontrar esperanza para lo imposible, esperanza para la bendición, esperanza para el descanso y la paz.

Vuelve amí.

Vuelve a casa.