Paz, Intercambio Del CieloMuestra

DÍA TRES MENTE Y CORAZÓN

Es muy llamativo que Dios nos promete Su paz en dos lugares específicos de nuestra vida: en la mente y en el corazón. Deteniéndome en esto comprendí que son los dos lugares que más nos afectan a la hora de decidir y nada más necesario en la vida del hombre que tomar decisiones. La paz en la mente es la que nos mantiene en equilibrio para saber evaluar frente a lo que guardamos o no en ella. Todo lo que atesoremos en nuestra mente será lo que alimente nuestro corazón y de allí vendrá su fruto.“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbios 23:7/RVR1960), por esta razón Dios, que todo lo sabe, tuvo presente darnos paz en la mente que debe saber discernir que retener y que no en ella ya que lo que pensemos eso seremos.

En cuanto al corazón ocurre lo mismo pero desde el lado emocional. Un corazón afligido y preocupado terminará siendo una mala influencia para quien deba decidir. Proverbios 13:15 dice “El corazón alegre hermosea el rostro, pero el dolor del corazón abate el espíritu". Por lo cual, nuestras decisiones se verán afectadas según su estado.

Por otra parte también la paz de Dios arbitrará en nuestras decisiones ya que al momento de tomarlas será la que nos indique si avanzar o detenernos. Nuestras decisiones podrán cambiar constantemente pero lo que nunca debe dejar de estar es la paz en nuestro interior, por lo que cuando eso ocurra será la señal clara de que lo decidido no es correcto.

Recordemos que la paz de Dios es única e inimitable. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" (Juan 14:27/RVR1960). Por lo tanto, no hay paz alguna que pueda permanecer para siempre sino la de Jesús en ti.

Oración: Dios hoy pido Tu paz en mi mente y corazón para poder tomar las decisiones correctas. Que Tu paz llene mi mente para entender sabiduría y discernir lo correcto y conveniente y llene mi corazón para tener estabilidad emocional y así no ser guiado por mis sentimientos sino por Ti. Amén.